Oswaldo Álvarez Paz y la sensibilidad térmica

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Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias

Viernes, 02/04/2010 08:27 AM

Oswaldo Álvarez Paz no debería estar preso, pues no es culpable de sus actos, quizás lo único que podría comprometerlo es su lengua flocha, a continuación les explicaré.

La invitación al programa Aló Ciudadano fue una vulgar trampa montada por su enconado enemigo Leopoldo Castillo, todo viene desde que Álvarez Paz era Gobernador del Estado Zulia y le dio unos jugosos contratos ficticios al matacuras.

El negocio era cobrar unos jingles, pero nunca trasmitirlos, para luego ir fifty-fifty entre Oswaldo y Leopoldo, pero este último se quedo con todo, por lo que el Gobernador se vengó en unas de sus fiestas, y estando muy prendido dijo: “Leopoldo Castillo es muy joven, siempre anda con carajitos” esto dejó en ridículo al periodista y fue comidilla de los zulianos por mucho tiempo.

La práctica de contratos falsos es muy común en el medio periodístico, por eso acaba de ser condenado Gustavo Azócar, enjuiciado por estafador, incluso, periodistas opositores de Caracas, comentan que el “Bobo” Presidente del Colegio Nacional de Periodistas, el palangrista Echevarría, para esto es todo un “Señor lince”.

Pero no debo desviarme del tema, y continúo explicado el engaño en que hizo caer Leopoldo al pobre Álvarez Paz.

La noche anterior al programa que originó el encarcelamiento del ex candidato presidencial, éste se encontraba en una reunión de traguitos de la “Mesa de la Unidad”, había mucho scotch, y la misma duró hasta altas horas de la madrugada.

Castillo monta la venganza. En la mañana, muy temprano, llama e invita a su programa Aló Ciudadano a Oswaldo, sabe muy bien de los grandes ratones que le producen las continuadas e inmensas rascas cuando toma a no parar, el de los 18 años.

Aprovechando la invitación le recuerda la nostalgia por su Maracaibo querido, el puente, las gaitas, El Saladillo, el Rio Limón, las bacanales aquellas que pagaban desde la Gobernación en el Hotel del Lago y el Maruma, y por último, le conversa sobre La Calima Maracaibera y la “Sensibilidad Térmica”.

Esto bastó para que Castillo, valiéndose de su convincente y encantadora lengua, confundiese al pobre Oswaldo, haciéndolo entrar en una desesperante regresión.

Entonces, el matacuras avanza, convenciéndolo que el verbo más fino de la oposición es el de él, y que debe aprovechar el programa de la noche -el cual por vez primera fue dedicado a un solo entrevistado- para que se despepitara en dos temas, primero, que él sigue siendo el hombre más claro de la entramada oposición, la cual no termina de ponerse de acuerdo por la rapiña de los pocos cargos que creen van a terminar ostentando.

Segundo, le convence para que de manera inmediata y contundente le eche un buen parao a Chávez y a su equipo de improvisados, que nadie nunca había acusado tajantemente al Primer Mandatario de tener vínculos directos con el narcotráfico, pues aquí estaba el momento de descubrir ante la opinión pública las nefastas relaciones de estos tenebrosos bandidos y Chávez, y que este plan, formaba parte de un “formato internacional en espera”, es decir, buen tema, pero hasta ahora, muy malos interpretes, o pocos cojones.

Inmediatamente cita al “inocente” Oswaldo a un conocido restaurant de Las Mercedes, donde Leopoldo cancela tragos y tragos con la recuperada tarjeta de crédito Visa, que nuevamente le había regresado Guillermo Zuloaga, esta la llaman, la tarjeta del “Brollo”, la cual se la dan con el fin de verle el queso de huequitos a la tostada.

Una vez en el programa, Oswaldo Álvarez Paz se despepita y habla como de costumbre, más de la cuenta, de allí en adelante ya todos conocemos el provechoso desenlace. Esta es la razón por la cual, ahora le toca amanecer todos los días en El Helicoide.

Pero la encanada de OAP trajo tremendo lio, pues en la Quinta de Globovisión, volverán a mandar de vacaciones al Ciudadano, incluso, el hijo de Oswaldo fue hasta allá y formó la grande en la sede del canal, acusando a Leopoldo de ser el mayor aliado del gobierno, porque desde su programa “extrañamente” siempre salen los acusados del régimen.

Sin esperar, viene la segunda consecuencia para Leopoldo: viaje, pero sin tarjeta, Zuloaga le volvió a quitar la Visa, todos reían y comentaban, “el pobre no pega una, es demasiado sobrao”.

Por otra parte, en las calles se comenta: “el gobierno es todo un Lázaro cuando de resucitar cadáveres se trata.

http://www.aporrea.org/actualidad/a98140.html

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