Petrocaribe y CELAC. Por Miguel A. Jaimes N.
Domingo, 04/12/2011 09:06 AM
La recién constituida área geopolítica y geoestrategia sustentable en la gestión del negocio de los hidrocarburos venezolanos, proponer un discernimiento, direccionamiento y nueva finalidad de integración social hacia los países del área caribeña dentro de la política del Estado venezolano a través de la corporación, Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima (PDVSA), con la signatura del denominado: Acuerdo de Cooperación Energética: PETROCARIBE, firmado el 29 de junio del año 2005 en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela.
En otras palabras, el marco analítico ensayado sobre la región es la nueva relación entre la llamada geoestrategia sostenible, la gerencia de la complejidad y los acuerdos comerciales petroleros sub-regionales, sirviendo como marco integrador en la elaboración y evaluación de propuestas sociales, comerciales, industriales y de integración en el área, por ejemplo, la revisión de los beneficios socioeconómicos establecidos en el acuerdo comercial PETROCARIBE.
La vinculación entre la geopolítica, la geoestrategia, lo sostenible y la gerencia desde el punto de vista del pensamiento complejo del negocio de la industria petrolera, y en particular con los acuerdos de asociación económica con visión de integración social, tienen escasos antecedentes y han sido poco estudiados en la literatura académica, política y económica internacional, encontrándose sólo lineamientos generales para su vinculación analítica.
Es importante acotar que Venezuela ha vivido a exigencia del gran capital financiero y energético mundial las líneas que se plegaban a las tesis de la sobreproducción de crudo y al envejecimiento de sus precios, esto conllevó a que el precio del barril petrolero llegara a costar cifras de un dígito del dólar americano, lo que trajo como consecuencia que el pasado gobierno del Presidente Rafael Caldera firmara el desnacionalizador proceso de Apertura Petrolera (operaciones a “riesgo” sobre diez importantes campos inactivos desde el comienzo del proceso de nacionalización de la industria petrolera venezolana en 1976).
Dicho proceso de Apertura Petrolera, con la orientación bolivariana del presidente entrante en 1999 Hugo Chávez Frías, fue eliminado y sustituido por una nueva visión de convenios operativos, resaltando entre ellos la búsqueda y firma de acuerdos de cooperación energética regionales e interregionales.
Esto, motivado en el compromiso histórico y el nuevo concepto social que desarrolla la estatal petrolera venezolana (PDVSA), además de los importantes y decisorios acontecimientos globales del movimiento en las piezas del ajedrez geopolítico mundial de los recursos petroleros.
La geopolítica petrolera del siglo XXI, y por ende la correspondiente orientación geoestratégica, relacionada con un marco conceptual y de acción actual, dado por la existencia de un protectorado estratégico militar de las naciones gran consumidoras sobre las naciones productoras de petróleo y gas, pretende vincularse, en una suerte de tabla salvadora de equilibrio, con los principios del desarrollo sostenible, en función de asegurar la vida futura de los habitantes del planeta tierra.
Estos, nuevos modelos gerenciales actuales se vinculan con los paradigmas y posturas filosóficas de vanguardia, emergiendo así la propuesta de un pensamiento gerencial posmodernista, donde la gestión es de carácter fractal, perpleja y con un marco de incertidumbre, es decir, relacionada con la complejidad, estableciéndose en estructuras multidimensionales que distingan, asocien y articulen a través del diálogo y de todo lo que esté más allá de la lógica formal sin abrir paso a la existencia de contradicciones ni de concepciones poco claras.
Esto ha permitido el reciente logro iniciado en el año 2005 donde ahora Petrocaribe suministra 43% de las necesidades energéticas a 18 países de América Latina y El Caribe, conformando con esto el “Gran Arco Caribeño” del Caribe Oriental, recibiendo diariamente un suministro ubicado en los noventa y ocho mil barriles de petróleo.
La Cumbre que da nacimiento al CELAC y la importante reunión que igual ha dado inicio al Octavo Consejo de Ministros de Petrocaribe, realizado en nuestro país, marcan el hecho político de vanguardia más importante de la actual región.
El suministro de cuarenta y dos mil barriles de petróleo diarios (2005) ha ascendido a la importantísima cifra de noventa y ocho mil barriles día (2011) y todo a pesar de su reciente fundación (29 junio 2005 en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui), suministrando hasta la presente fecha (Diciembre 2011) la importante suma de ciento setenta y ocho millones de barriles de petróleo con los países de suscriptores: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y Venezuela.
Al fin, la región tiene un suministro seguro de crudo, garantizado por la constitución y construcción de una flotilla conformada por cuarenta y cinco buques, tal y como lo contempla el mencionado acuerdo, eliminado con esta importante decisión del trasporte la intermediación y especulación, lo que hacían normalmente las transnacionales en nuestra región, sepultando la intención de los países desarrollados que el trasporte sea más caro que el barril de crudo.
El intercambio con estas dieciocho naciones totaliza a la presente fecha catorce mil trescientos ochenta y cuatro millones de dólares, recibidos en su totalidad por Venezuela, pero, como de vencer asimetrías se trata se ha logrado ahorrarle a la región dos mil setecientos treinta millones de dólares.
Se ha protegido a los países del área en contra de los terribles efectos de la gran crisis económica mundial que afecta a Estados Unidos y Europa y los cuales hubiesen venido a pagarlas en contra de estas naciones.