Hospitalicen la oposición. Por Miguel A. Jaimes N.
Jueves, 07/07/2011 05:13 PM
Logística para atender una enferma oposición cuyos síntomas se expresan en: neuritis, ansiedad, locura, depresiones, trastornos afectivos bipolares, trastornos de la personalidad, trastornos ansiosos depresivos.
Deben aplicarse: curas de sueño, sicoterapias, atender la contención familiar.
Personal médico: sicólogos, siquiatras, personal de enfermeros, médicos de familia.
Aplicación de dosis, medicamentos: tranquilizantes mayores, tranquilizantes menores más sedantes naturales y un carajazo de Tafil, Balium, Lexotanil, y Rophinol.
Centros de atención: Hospital siquiátrico San Juan de Dios, las Unidades de Pacientes Agudas (UPA) de los hospitales universitarios del país. Hospital de Manicomio, Peribeca y Bárbula en Valencia.
Candidatos: enviar sobre todo aquellos que ayer se inmolaban por Chávez. Hoy, cínicamente cincelan maledicencias en contra de la revolución bolivariana.
En este primer lote deben hacer una excepción y junto a Andrés Velásquez, empaquetar a María Corina Machado, pues la pobre con la ausencia del primer mandatario la notamos exaltada, iracunda, brava y hasta endemoniada.
A maricori los Diablos de Yare le danzaron un son, este pasado veintiuno de junio, día de San Juan, para ver si se le salía el demonio, pero la cosa no resulto.
También por todo lo último encontrado en la página web Wikileaks del australiano Julián Assange, donde se revela que: -cito: “Ismael García y otros miembros del partido Podemos solicitan financiamiento e intervención del Gobierno de Estados Unidos para derrocar al Presidente Chávez, según lo redactado por el ex embajador norteamericano, Patrick Duddy. Según el cable del Departamento de Estado de EE.UU., los diputados de Podemos, Ismael García, Ricardo Gutiérrez y Juan José Molina, solicitaron en un encuentro con Duddy, que Washington interviniera en el país de Suramérica por medio de organismos como ”National Endowment for Democracy (NED) u otros canales” para contrarrestar a Chávez”.
Este trió sí que anda loquito, pobrecitos.
Y finalmente, espero no ser atrevido, después de todo es salud mental y contenerles su locura nos caería bien a todos.
¡Ah! Y no olviden al Padre Palmar, vos sabéis…