El sádico hermano de Leopoldo López
Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias
Sábado, 12/09/2009 08:34 AM
En el sector San Isidro de La Mucuy Alta en el Estado Mérida, hay un joven de nacionalidad alemana, el cual mantiene una estrecha relación con un grupo lo bastante numeroso de gatos. Esta precisa correspondencia es tal, que en su extensa casa, compuesta de un amplio patio con vastos jardines, acampan un grupo de unos setenta a ochenta mininos, y el número sigue subiendo.
Estos domesticados felinos se ven muy relajados al paso de los transeúntes que viven en La Mucuy, sitio de bellos paisajes, melancólicos recuerdos, gente laboriosa, respetuosa por los demás, las puertas de sus casas siempre abiertas, casas dentro de jardines, sin cercas, vigilantes, o garitas. Así es la magia de La Mucuy.
Pero nadie podría llegar a imaginarse que en las urbanizaciones de la ciudad capital, Caracas, donde están los mejores médicos, centros de especialidades, los más altos y pulcros edificios, -inteligentes algunos- la ciudad de las hermosas morenas de Petare, con finos cuerpos. La urbe de los majestuosos centros comerciales, donde se trasmiten los primeros estrenos calienticos de Hollywood. Caracas, la tierra de los Generales.
Pues bien, uno en la vida, ¿Cómo podría alcanzar a conjeturar algunos hechos?, actos de violencia y de aberración, contra algún animal. Por ejemplo, puede verse a personajillos como Leopoldo Castillo, acusado del asesinato de sacerdotes de El Salvador, como todo un refinado señor ingles en la pantalla.
Vimos a la señora Patricia Poleo, la exiliada, ya no recuerdo ni el país, pero involucrada en quemar vivo al Fiscal Danilo Anderson. A cabeza de motor, el prófugo, el cual integra una banda de robar vehículos, y es hasta diputado, lo vemos andar como loco acusando el gobierno de cualquier cosa. Y así, uno ve, a la serie de engalanados caballeros y damas, enfermos de mentes, decir cualquier cosa que se les antoje.
Así llegamos hasta la familia de Leopoldo López, ex flamante Alcalde del municipio del país en que se roban gatos. Los del linaje dueños, y “dirigentes nacionales” de su propio partido político, Primero Justicia.
Todos con alto pedigrí, su madre, trabajaba en PDVSA, desde allí ayudo a financiar el caprichito de su hijo, su partido político, de esos reales se cancelaba el programa de televisión de su otro amigo, Justicia Para Todos, conducido por su excandidato presidencial, Julio Borges.
Ahora, hay que complacer al hermanito menor, el jugador del Saving the cat, traducido en el amplio español, como: Salven al Gato. Brutal juego que consiste en llevar al extremo del peligro y la muerte, a estos inofensivos animales.
Los gatos seleccionados, los cuales son robados a sencillas familias que los tienen como mascotas, son cazados en trampas, esto, para tener en cada jueguito, entre unos treinta a cuarenta de estos mamíferos doméstico.
Estos indefensos animales son expuestos a juegos brutales, algunos son lanzados desde peligrosas posiciones, y deben caer en improvisadas ayudas, pero estas, las mayorías de las veces son peladas por los aterrorizados animales, los cuales caen al vacio para encontrar su muerte.
Otros son bañados en gasolina y prendidos en fuego, lanzados desde altas azoteas, introducidos en microondas y encendidos, hasta que horriblemente exploten.
Son expuestos a las más brutales penas, sus huesos fracturados, quebrados salen y rompen su piel, asesinados a golpes, amarrados y luego jalados hasta desprenderse sus órganos.
Otros pavorosamente mutilados, aplastados con vehículos, inmovilizados para dejarles caer inmensas piedras, apedreados hasta su muerte, a ladrillazos, o molidos a palo.
Luego, exhibidos como trofeos, sus cabezas puestas sobre ladrillos para ser fotografiados, al igual que cazadores de películas.
Amarrados de sus patas y arrastrados entre risas y burlas para ser lanzados y poder evaluar la furia con que fueron sacrificados. Este juego, da puntos y posiciones a quien asesine el mayor número de estos inofensivos animales.
Es triste saber que en nuestro país existen algunos sádicos, repulsivos, miserables cadáveres cargando su propia basura, no puede ser concebida tanta bajeza, por estos ruines y cobardes.
La familia López, dirigentes nacionales de Primero Justicia, los mismos que marchan en contra de los procesos de cambio que experimenta la nación, los escupidores de nauseabundas expresiones en contra del primer mandatario nacional.
Ahora, son los neonazis venezolanos, los mismos capaces de experimentar actos de tortura contra cualquier ser humano, no les importa su edad, odian a los negros, a los mendigos, a los gordos.
Cuantos horripilantes, aterradores, espantosos, pavorosos asesinatos se cometen en Caracas y nunca hay respuestas, se ocultan, se disimulan, después nadie vuelve hablar del tema. Bueno, ya empezamos a saber, quiénes son los culpables.