Mario Moronta adelante sea gobernador del Táchira
Por: Miguel A. Jaimes N. (*) – M sc. Ciencias
Lunes, 03/08/2009 06:08 PM
¿Sera posible que la dirigencia del PSUV-Táchira logre interpretar que un hombre con criterio de servir pueda dirigir las riendas de uno de los estados con más problemas del país?
Mario Moronta actual Obispo de la Diócesis de San Cristóbal alza su voz recordando los mandatos eclesiásticos impulsados desde México, exactamente desde un pueblito con muchas iglesias llamado para el mundo entero como Puebla.
Esta avanzada sentó bases esenciales para impulsar una sociedad justa, guiada en la liberación de las ataduras de los pobres ante la dominación ideológica de las clases dominantes. Monseñor debe preguntarse ¿Por dónde quedo esto?
Aparte de su constante preocupación del olvido por parte de la iglesia de los acuerdos de Puebla, recientemente le revelo al mundo su contraria opinión acerca del golpe de estado sufrido en la centroamericana Honduras.
Ahora bien ¿no recogen acaso las verdades expresadas por un sincero siervo de la iglesia? Sin duda en Mario Moronta se sienten las cualidades de un próximo mandatario para esta región andina. El impulso que dan sus verdades lo hacen tener la sencilla virtud de servir sin contratiempo, contrariedades o pérdida de tiempo.
Ojala sus palabras no queden en las fosas de la historia con el hondo problema de esta nación con un Presidente expulsado, estos bochornosos hechos lo llevaron a romper su silencio y afirmar: …no les interesa el pueblo por una sencilla razón; nunca se han sentido pueblo; no les interesa la gente, porque nunca se han sentido gente… Se han sentido Supermán o superwomen, que les permite hacer todo lo que están haciendo porque se creen dueños del pensamiento, de la acción, de la libertad… Lo que buscan es su propio interés. Por eso manipulan los medios de comunicación para endurecer corazones y vaciar conciencias; porque sus corazones son de piedra y su conciencia hace tiempo que se les fue de la vida.
Hace 30 años, en Puebla, surgió la necesidad de construir una sociedad más justa con los criterios de la palabra de Dios, lo que empujó a proclamar como urgente la opción preferencial por los pobre.
Hoy, como podemos comprobar por los acontecimientos ¨en pleno desarrollo¨ , como lo dice el analista y periodista, que hay una asignatura pendiente: la del respeto a la gente, al pueblo, a la libertad, a la justicia social. En Honduras hoy, vuelve a escucharse el clamor del mensaje de Romero, de tantos sacerdotes y religiosas, catequistas y militantes laicos que dieron su vida y ofrendaron su sangre para dar paso a la libertad verdadera. En América, se sigue sintiendo la urgente necesidad de hacer vida el Evangelio del que somos servidores. En nuestros países urge que la Iglesia esté de verdad con el pueblo y con la gente: desde allí evangelizar y construir el reino. No es con los poderosos de la tierra con los que se edificará el cielo nuevo y la tierra nueva, de la que nos habla la escritura. Eso sí, ellos están también invitados a unirse a nosotros en ese camino, sin miedos a perder, más bien a ganar. Ellos están llamados a sentirse pueblo a ser gente…
Zaqueo, el que recibió la visita del Señor en su casa nos da un ejemplo de lo que los poderosos pueden llegar a ser: gente convertida, capaz de compartir lo que tienen con los demás, no lo que les sobra sino lo que tienen… Entonces, cuando eso suceda, sentirán lo que Jesús le dijo a Zaqueo: también la salvación entrará en su casa.
Estas reflexiones hacen que sintamos al Monseñor como un hombre sensible, parco, quien pudiese organizar bajo un solo mando en el Táchira el turbulento afecto al Presidente Hugo Chávez. Marque con claridad meridiana el tiempo de los eclipses, guie a su pueblo, no deje que el mismo sea conducido por el Cardenal y los Monseñores de la perfidia.
Monseñor sabe a la fe de un pueblo, le duele el pobre sin defensa, pisoteado por la actual tunante burguesía. Basta de seguir viendo lánguidas caras de beatas; Monseñor ayude que el látigo de la justicia tantas veces traicionado caiga sobre los explotadores.
Creemos en las palabras bíblicas de un hombre nuevo, las mismas que pregonaba un Ernesto de La Serna cuando se refería al hombre nuevo, estas son las mismas que hoy piden se ayude para que no puedan ser acalladas.
Monseñor usted no es indiferente ante diversos hechos sucedidos años atras contra sacerdotes y monjas sacrificadas en San Salvador donde las oligarquías masacraban al indefenso pueblo. México, Chile, Perú, Ecuador, Brasil, Venezuela y otras latitudes como el caso de España, Portugal, en este último sobresalió el padre Fleixedo, que escribió aquella gran obra ¨Mi Iglesia Duerme¨.
En nuestra patria bolivariana existe en silencio un buen número de sacerdotes del Socialismo Cristiano, algunos han sido acallados, otros despojados de sus hábitos, ajenos a los firmes acatan el silencio que les quieren imponer.
El mundo no ha descansado, desde el sesenta para acá los intentos de liberación han venido cuajando poco a poco en una comunión de liderazgo, recogiendo las líneas trazadas por Simón Bolívar, O´Higgins, Hidalgo, José Martí, Sandino, Morazán, Che Guevara, Fidel Castro y las nuevas generaciones encarnadas en Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Rafael Correa, pioneros en marcados cambios que han hecho temblar las oligarquías más moderados, e insurgir con Lula, Cristina Fernández y su esposo, Álvaro Colom, el ex obispo Lugo y Tabaré.
Zelaya, que aunque no es de izquierda, tiene corazón de carne y no de piedra, como dijo Monseñor Moronta, y, más recientemente el Presidente de San Salvador, Mauricio Funes que también viene por los cambios liberadores.
Estos líderes políticos abrazados por la evolución y despertar de los pueblos marchan a pasos agigantados, claro con los obstáculos de la cultura dominante, hoy auspiciada por los empresarios de la comunicación mediática que conspiran y tratan de abrir los caminos del precipicio para producir alienación y falsa conciencia.
Si dudan, miremos el espejo de Honduras, los medios no informan al pueblo sobre las atrocidades del golpe, y lo más denigrante y que no se consiguen explicaciones de cómo dicen mentiras y haya gente que les cree, claro, sabemos que quienes siguen sus líneas informativas van por un solo pensamiento, el único, el del Imperio y sus defensores condicionales.
La voz de Puebla, la voz liberadora manifestada por Monseñor Moronta es una condena contundente contra la tiranía usurpadora de libertades y derechos de los pobres , es bienvenida y ejemplar, en momentos aciagos para el pueblo de Honduras que con altos grados de conciencia, sin miedo, sin temor salió a defender democracia y a su Presidente, perseguidos, coaccionados, golpeados, vejados, sin derechos, sacrificados, pero no se doblegarán y menos con el hecho histórico que la comunidad mundial por primera se unió para condenar el Golpe.
Monseñor Moronta asuma este compromiso, estas mismas palabras van al PSUV. Corrijamos la barca entre todos o irremediablemente iremos rumbo al desastre.
(*) Doctorando