¿Revoluciones en el Magreb?. Por Miguel A. Jaimes N.
Martes, 30/08/2011 10:48 AM
Los países de El Magreb africano están conformados por: Marruecos con treinta y tres millones de habitantes, Túnez: once millones, Argelia la conforman treinta y cuatro millones, en el Sahara Occidental son cuatrocientos mil y en la convulsionada Libia a pesar de la actual matanza, aún quedan seis millones de habitantes, esto da un total de ochenta y cinco millones de seres humanos expandidos por esta milenaria civilización.
Estas extensas zonas son lo más occidental del mundo africano, estando cerradas al norte del mar mediterráneo, rodeados al sur por el desierto del Sahara y sorprendidos por el Océano Atlántico al oeste.
Todos sus habitantes son conocidos como los bereberes, y quienes se aprovechan en algunas de estas zonas dominándolos con regímenes políticos diferentes a sus culturas, queriendo seguir manteniendo sistemas coloniales, son llamados los bereberes blancos.
El Magreb míticamente es conocido desde las antiguas y sagradas escrituras, como: El lugar por donde se pone el sol.
El 98% de su población está convertida al Islam, distribuida mayoritariamente entre tribus de sunitas y chiitas. Su historia en las luchas de independencias está sellada contra el colonialismo, llevan más de siglo y medio peleando arduamente en contra de Francia, Italia y España.
Pero en esta etapa de la Globalización impresa por el neoliberalismo, en las nuevas relaciones internacionales se ha soplado hacia el camino de la guerra, esto, a partir del nuevo hegemónico pensamiento liberal.
Sus vecinos del Golfo Pérsico (Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar) siendo la mayoría de estos miembros del cartel OPEP, quienes vienen soportado un nuevo panorama de la guerra desde hace dos décadas, ahora esta les traspasa hacia sus fronteras, El Magreb.
Todo se inició a partir del 2 de agosto de 1990 con la invasión de Kuwait, primero por Irak y después por EE.UU.
El nuevo orden mundial se lanzó para apoderarse de cien billones de dólares y 500 mil soldados participaron en esta nueva descomunal guerra, la cual lleva instalada en estas áreas mas de veinte años.
Pero una nueva historia comenzó en Túnez el pasado diecisiete de diciembre del año dos mil diez, cuando un joven ingeniero desempleado, Mohamed Buazizi, vendía frutas en la plaza central y la policía le decomiso su mercancía y la respuesta de este fue inmolarse, prendiéndose fuego frente a todos.
Buazizi, fallece el cuatro de enero del año dos mil once tras una larga agonía, todo Túnez fue a su entierro y el régimen despótico de veintiún años de Ben Ali, cayó el veintidós de ese mismo mes. A partir de allí, comienza la llamada Revolución del Pan o la Revolución del Jazmín. En Túnez, florece masivamente esta perfumada planta.
Las cinco causas más resaltantes de esta insurrección árabe son lo histórica, político, económico, climático y social. Esto fundamentalmente ayudo a cambiar el curso de los acontecimientos en el Magreb Oriental.
A partir de allí los intereses de las principales potencias se han dado a la ferviente tarea de criminalizar internacional la política de todo El Magreb, esto sirvió para tomar partido y emprenderla contra Libia, sin duda que por los intereses petroleros de la región gadafista.
Y por otra parte igual se han dedicado a descriminalizar las acciones represivas de indonesia e Israel, Acusaron de criminal a Sadan, acusaran a Almanediya y acusan a Gadaffi, con los más fieros conceptos desestabilizadores y antipolíticos. La intervención legal es un nuevo aspecto de las “relaciones internacionales”.
Los conocidos aspectos de esta reciente ley-política se sustentan en los ataques de EE.UU. y Reino Unido contra cualquier país.
Por esta razón la izquierda mundial no debe seguir cayendo en el juego de pedir que se imponga la autoridad de la ONU sobre Israel, Timor Oriental, Arabia Saudita y Bahréin, si ellos mismos juegan el papel de invadir a Irak, Libia e Irán.
Pues la legalidad del actual Consejo de Seguridad, está claramente al servicio de los “héroes y vencedores” de mil novecientos cuarenta y cinco, quienes han llevado la ilegitimidad de cualquier ataque a la legalidad en el nuevo orden mundial. Por estas razones las guerras de El Magreb no aceptan las falsas resoluciones diplomáticas.
La supuesta “liberación” de El Magreb y del Golfo Pérsico ha sido sometida a las absurdas resoluciones del Reino Unido y EE.UU.
Actualmente las duras consecuencias tempranas recaen sobre la indefensa población civil, quienes han tenido que huir, siendo el éxodo mayúsculo por temor a los bombardeos de la maléfica alianza de la OTAN.
Quienes, (OTAN) andan tras las millonarias reservas de los países en conflicto, solo Libia tiene reservas internacionales por los doscientos cincuenta mil millones de dólares, mas, ciento cuarenta y cuatro toneladas de oro. Por eso, fácilmente han esquilmado la muerte de un estado soberano como el libio. La guerra iniciada por el petróleo del Golfo, ahora es trasladada a los países de El Magreb.
Y nuevamente reconducen los billones de dólares en manos de las familias políticas del Medio Oriente, hacia las invasiones de occidente, por ejemplo, el dinero de Kuwait es manejado solo por dieciocho familias, donde solo impera es la diplomacia de las armas.
Así se han repartido Argelia para los franceses, Marruecos para los americanos, Yemen para Al-Qaeda y Egipto para los ingleses.
Y todos los conflictos mantenidos sobre diez y seis regiones sin autonomía, todavía perdura, subsistiendo sin soluciones: Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guan, Islas Caimán, Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes británicas, Islas Vírgenes EE.UU., Montserrat, Nueva Caledonia, Sahara Occidental, Samoa americana, Santa Elena y Tokelau.
De esta manera como todo se inició con la inmolación de Buazizi y nadie dijo nada, en Egipto se auto inmolaron cincuenta y ocho personas en contra de Mubarak y todos guardaron silencio, porque quien caía era archí amigo de Israel y de los aliados enmascarados en este instante por la OTAN.
Los más de 126.000 personas despedidas causa la derrota de Mubarak, cuya salida costo trescientas sesenta vidas, cientos de desaparecidos y más de cinco mil heridos.
Esto, dio razón para emprenderla contra uno de los países más desarrollados de la zona, aquí me referiré al caso: Libia, cuya esperanza de vida está situada en setenta y siete años, siendo la más grande de áfrica, solo superada por las islas británicas de Santa Elena.
Su Producto interno Bruto nominal per cápita es el más alto del África y el segundo per cápita en poder adquisitivo, teniendo el Índice de Desarrollo Humano más alto de toda el África.
Este país, invadido a principio de mil novecientos noventa por Italia, cuyo territorio es cinco veces más pequeño que el libio, resistió y expulso a los invasores, seguro hoy, nuevamente volverá a ganar en contra de los invasores de la OTAN.
Hoy la consigna estadounidense ante los cambio de Túnez y Egipto, donde la población se alzó no tan solo contra esos regímenes despóticos, sino también en contra del poderío estadounidense, es, que hay que cambiar, pero, para que todo siga como está.
Aún cuando los EE.UU. mantienen el control con bases militares sobre los principales pozos petroleros los cuales, ya hoy rondan los tres dígitos para su comercialización, siguen persistiendo los motivos para que el pueblo de El Magreb entre a los palacios presidenciales y expulse a los tiranos como el jadeo de un perro.