Pueblo, ALBA-TCP y petróleo. Por Miguel A. Jaimes N.
Domingo, 13/11/2011 08:21 PM
La diplomacia del crudo
¡Hay una nueva geopolítica geoestratégica diplomática de los hidrocarburos venezolanos! Esta, hace referencia a la nueva oportunidad que representa la alianza de los países del área del Caribe Oriental en el continente americano (arco caribeño) como modelo de integración social: Petrocaribe. Integrado por las naciones de Cuba, República Dominicana, Antigua y Barbuda, las Bahamas, Belice, Dominica, Grenada, Guyana, Honduras, Jamaica, Surinam, Santa Lucía, Guatemala, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Haití. Incorporando el concepto de geoestrategia como un subcampo del conocimiento dentro de la geopolítica, representada en un tipo de política pública exterior, fundamentada por factores geográficos que informan, restringen o afectan la planificación militar, política o económica de un Estado o Nación.
El gobierno venezolano está realizando el planteamiento de un nuevo proyecto geoestratégico energético para toda la región de Latinoamérica y del Caribe, (Petroamerica: Petrocaribe, Gran Gasoducto del Sur y Petrosur) esto refundamenta una redefinición de las relaciones ya existentes, realizando una cuantificación de los recursos y potencialidades de los países que conforman la región, para después establecer esquemas de complementariedad económica, social y cultural.
Este anillo estratégico, resurge en la organización integrada primeramente por catorce los países, correspondiente a la firma de diversos acuerdos de cooperación energética, entre Venezuela y el resto de los países. Esto es considerado como una iniciativa de cooperación energética solidaria, integrada con el objetivo de dar respuesta a las asimetrías en el acceso a los recursos energéticos.
Así, con esta propuesta geoestratégica se pretende establecer un nuevo esquema de intercambio con características de ser favorable, equitativo y justo para las naciones consumidores de energía; en un todo articulado con las políticas energéticas de las diversas nacionalidades participantes, incluyendo no sólo el uso de los combustibles fósiles, sino también de fuentes alternas como la energía eólica y solar, entre otras.
La tropical zona latinoamericana es un enclave de importancia geoestratégica para el mundo, ubicada en las tres placas tectónicas: sur de Estados Unidos con la cercanía de un canal transoceánico en el istmo de Centroamérica, (Canal de Panamá) una de las más importantes líneas marítimas de comunicación del mundo. Sin embargo es una región constantemente amenazada con el equipamiento de una armada fuerte que salvaguarda los intereses de los Estados Unidos con el fin de asegurar en este océano parte de su prosperidad. La Cuenca del Caribe y suramericana podría ganar importancia global, especialmente por el existente canal de navegación a través de Centroamérica, para compararla con el Mar de China Meridional (Mar del Sur).
Por esta razón de geoestrategia petrolera de estas cuencas es importante resaltar los estudios de Mahan, quien fuera oficial y geoestratega de la Marina de los EE.UU., planteo que Cuba es la llave o país clave para tener acceso al Golfo de México, además, controla tres entradas para el Caribe, a saber, la península de Yucatán, las Islas de Barlovento y el Pasaje de Mona. Además, expresa que Jamaica y las Antillas presentan un nivel de importancia estratégica en toda la región.
Varios autores coincidentes en estudios sobre la República Bolivariana de Venezuela, encontrada en una ubicación actual de carácter geoestratégico, lo que es muy relevante por la coyuntura política que vive Suramérica, sobre todo por limitar al norte con el Mar Caribe, en el cual existen intereses de cinco potencias. La región es uno de los pocos sectores en el planeta donde aún coexisten colonias o protectorados, (El Caribe Oriental) con posiciones de ultramar de Francia, Holanda, Inglaterra y los EE.UU., los cuales configuran un importante sistema de presión geopolítica.
La realidad geoestratégica mundial del petróleo y el gas natural, considera que dichas materias primarias seguirán aportando la mayor parte del consumo mundial de energía primaria en las próximas décadas, con la concentración de dicho consumo principalmente en Latinoamérica, Estados Unidos, la Unión Europea y la región oriental-meridional del continente asiático. A lo anterior, se añade el hecho de que las reservas probadas de petróleo y de gas se encuentran localizadas en su mayoría en el Golfo Pérsico, El Magreb, Oriente Medio, Rusia, Asia central, África y en América Latina en Venezuela con casi 300.000 millones de barriles de reserva.