Pelearemos en el remolino
Por: Miguel A. Jaimes N. (*) – M sc. Ciencias Políticas
Domingo, 10/05/2009 08:59 PM
Mirando el cuartel en la cima de la montaña junto al barrio atravesado por el río, levantándose y espantando al viejo buitre que persigue los sueños de niños que pegan paletas de helados con plastilina, quienes viejos después les despierta el alma fiel de aquellos años.
Con el sonar del clarín, El Nazareno bendecirá el sudor del miedo he ilusión, los traviesos escribirán que un tío o padre derribaron a los genios de hierro. Conoceremos en un largo amanecer recientes camaradas que alentaran con sus voces, atavíos y olores. Testigos serán la última taza de café hervido con maderas secas y verdes, su humo acompañara el rastrojo en el nuevo camino.
Derribaremos siglos de oro que sirvieron para preparar la genialidad de la aventura en la marcha larga, no se consentirá descansar y nadie accederá a nuevas fragancias y ni el sol, la tarde, la luna, lluvia o el viento podrá detenerlos. Entonces, la fuerza de los tornados, tempestades, huracanes y terremotos acompañarán nuestros pasos.
Creen saber que el desprecio detendrá la rabia impregnada en el camino, sólo nos acompañan siglos refrescando huellas con lluvias y vientos acalorados por los veranos del amigo sol.
Hoy todos estamos con usted comandante, saldremos con el arado, atravesando los ríos de la montaña, desde las facultades, todos levantaremos nuestra ingenua valentía, sentiremos las várices y callos al paso firme de los siglos, quienes han esperado la voz que decida sin temor a los mas viles, la escucharan.
La trompeta está por sonar, alineemos filas de fieles, carguemos lo de derribar la pavura de tantos inviernos, veranos y de nuevo inviernos, alumbremos cada paso con las velas de Simón Rodríguez, combatamos que aún quedan siglos por hacerlo, ya pronto estaremos por recoger el manto del Sagrario rabiado por la carroña que devoró lo vivo.
Distraigan a los niños y entretengan a los viejos, desvíen a las madres y llamemos a todos nuestros hermanos y padres, convoquemos todas las Cortes que sus espíritus y ánimas acompañen las batallas que daremos. Pelearemos en todos los campos que iniciaron nuestros patriotas, desde los cielos nos guiarán las estrategias de Bolívar, Sucre, El Negro Primero, Guaicaipuro, Terepaima y Santiago Francisco de Miranda Rodríguez, todos nuestros libertadores han velado las armas de la infernal batalla que no aguanta mas.
Prepárense que seremos libres, ya nuestros comandantes están en los Campos de Batalla, vuelve Ayacucho, Junín, Carabobo, el Cajón de Arauca, Las Queseras del Medio, desde los Andes hasta Margarita, la lucha terminara venciendo, no se detendrán los cuarteles de pueblo que hoy dicen: “nuestra patria tendrá que ser libre”.