Mario Moronta
Por: Miguel A. Jaimes N.
Últimamente me ha dado por escribirles directamente a algunos personajes, y uno de esos no es cualquier protagonista, es Mario del Valle Moronta Rodríguez, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal (Táchira) desde 16 de junio del año 1999 el mismo año en que Hugo Chávez llegó al poder.
Mario Moronta nació un 10 de febrero de 1949, caraqueño, ordenado como sacerdote un 19 de abril de 1975 —fecha histórica— luego, en otro abril fue escogido como Obispo Auxiliar de la capital del país llevando el título de Obispo de Nova.
Elucubrando yo, en su consagración del 27 de mayo de 1990 de manos del Arzobispo de Caracas José Alí Cardenal Lebrún Morantinos, y ante la verdad que me inspira Mario Moronta, pienso que habrá sentido alguna incomodidad, pues quien lo consagró fue un maestro del fascismo, traidor, converso, golpista.
Ahora en mi poco conocimiento de Encíclicas y Bulas Papales acá hay algo que considero muy importante. El 24 de septiembre del año 2009 el entonces Papa Benedicto XVI nombró a Mario Moronta como miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y esto no es cualquier cosa, pues la función de este título es vigilar la moral de la doctrina católica en el mundo.
Mario Moronta, ¿usted de verdad cree en la moral de la Conferencia Episcopal Venezolana? Usted ha escuchado declarar a los miembros de esto que más bien parece un partido político donde incluso compiten por los cargos más altos. Usted está consciente de cómo mienten abiertamente sus compañeros responsables de la fe cristiana en nuestro país. Usted se dio cuenta como han apoyado golpes de Estado, como han abierto los espacios de todos como son las iglesias para guarinbear. ¿Usted ha visto todo esto Mario Moronta?
Tampoco deseo dejar pasar la convocatoria al segundo Sínodo Diocesano de San Cristóbal, cuyo lema es: “La Iglesia del Táchira se renueva en espíritu y verdad” y cuyas sesiones fueron cerradas el 12 de octubre del año 2007. Dígame algo excelentísimo Obispo, usted no siente asco de cómo los monseñores de nuestro país hacen lobby ante El Vaticano para ir a entregarle informes al Santo Padre inundados de mentiras, ficciones, farsas, blasfemias, todas en contra de la revolución bolivariana.
Hermano Mario Moronta usted ha sido nombrado por El Vaticano para vigilar la moral de la doctrina católica en el mundo, y eres miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe nombrado por el Papa Benedicto el 24 de septiembre del año 2009. Y que haces hermano reunido con quienes no son tus compañeros en la Conferencia Episcopal Venezolana, pidiendo con el delirio de diputados manejados por Henry Ramos Allup, borrachos de poder, cosas que van en contra de tu buena moral y principios religiosos.
Que haces hermano emparejado con esa fanaticada de fascistas, ellos, compinches secuestradores del buen espíritu y de las buenas intenciones de la iglesia. Ellos, que se burlan de sus feligreses con la Conferencia Episcopal Venezolana convertida en un partido político más de la oposición venezolana.
Mira a tú alrededor, observa a tus colegas: Baltazar Porras, sabes todo lo que se dice de este señor, por sus pecados y violaciones al verdadero espíritu de La Biblia, es peor que un Judas.
Has escuchado las miles de mentiras que dice a los cuatro vientos Su Excelencia Monseñor Roberto Luckert León, Arzobispo de Coro, habla como el Monseñor de los Nazis.
Y que sientes cuando oyes hablar al mitómano mayor, (trastorno psicológico que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica. El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza lo que produce una gran distancia con la imagen real) el Excelentísimo Sr. Cardenal y Arzobispo de Caracas y de paso Presidente de Honor de la Conferencia Episcopal de Venezuela Jorge Urosa Sabino. Ese señor escupe odio.
Mario Moronta los Monseñores y el Arzobispo de este país dan asco. Usted que es un hombre que no puede mentirnos me respondería si puede dormir en paz después de toda la función que han dado en los recientes días. Mario Moronta, usted no siente dolor por los familiares de quienes perdieron la vida y que ahora alegremente la Asamblea Nacional de El Cambio desea amnistiar a sus asesinos.
Usted no siente acaso un poquito de patriotismo de cómo has sacado la imagen de nuestro Libertador a patadas de El Hemiciclo. Como se ríen de la muerte de Hugo Chávez y de cómo se burlan de sus hijos, usted hermano se ha percatado de esto.
Usted fue el único que oficio misas en vida al Comandante Supremo Hugo Chávez, igualmente después de su fallecimiento. Pero, acaso usted puede olvidar aquellas conversaciones frente al Santo Cristo de La Grita (Táchira) junto a Hugo Chávez. Yo no creo que usted se parezca a sus compañeros de ese partido político que es la CEV.
Aún lo creo un hombre de dignidad, millones lo respetamos, no cuide un cargo del cual todos están a punto de inmortalizarse como cobardes. No necesitas caer hasta un fondo donde nadie te recordará como un buen ejemplo.
Mario Moronta, no te llenes las manos de sangre como el resto de sus compañeros, Chávez te creyó distinto y diferente no te conceptuó como un converso. Recapacita hermano…
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