La soledad bolivariana. Por Miguel A. Jaimes N.

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Viernes, 02/08/2013 06:51 AM 

Pareciera que algo o alguien nos condenaron a cien años de soledad. Ese siglo fue vivido en parte por los años de vida de El Libertador Simón Bolívar y otro ciclo completo después de la muerte del más grande, iniciado tiempo después de los tristes recuerdos de la Quinta de San Pedro Alejandría.

Pero el lacónico anatema fue roto con las mismas armas de la república cuando las tierras que vieron el caminar de Simón Bolívar comenzaron a sentir de nuevo que aquellos pasos los iniciaban hechos históricos más duros y sombríos.

El recuerdo patrio amaneció desorbitado en cuatro mañanas de sangre sobre una campaña, una elección y el triunfo del más grande que jamás la patria había vivido en los dos siglos de blasfemias políticas.

Estos hechos fueron los trágicos sucesos del marzo merideño del año 1987. Seguido por el caracazo de 1989 y las asonadas militares del 4 de febrero y del 27 de noviembre del glorioso 1992.

Por eso este país vio como un hecho histórico el lanzamiento de la campaña electoral y triunfo del más grande de los venezolanos de este nuevo siglo: Hugo Rafael Chávez Frías.

En Chávez no se perdieron palabras, hechos, pensamientos, vivencias ni la pasión por una nueva batalla la cual grita y que nos conduce a la unidad.

Durante los años de lucha, Bolívar estuvo internacionalmente solo, aunque sabía que ocultos estaban coros de alabanzas y exaltaciones liricas de apoyos estoicos, con lo cual no podía ni comprarse un solo cartucho. Mientras más allá de las fronteras los esperaban sus acosadores.

Era el enfrentamiento dentro de una región que aguardaba los mismos valores de un mundo fatídico: oportunista y sectario esperaban el momento dentro de sus filas de poder hacerse con los nuevos datos que les permitieran destronar puestos y ponerse con sus pocas fuerzas en el cargo necesario que permitiera al poder oculto de entonces, seguir remendando una inadecuada y apartada gobernanza.

Pero la hora en que se interrumpieron las luchas y cesaron los sueños y se interpusieron las venganzas y hubo que recoger las armas, solo fue un abrir y cerrar de un prolongado tiempo corto que no duro sino el parpadear histórico en que Simón Bolívar tupió sus ojos en el tiempo corto de cien años.

Descansaba el gigante, consideró necesario el sacrificio de su obra. Inmoló sus alternativas y dejó que la codicia imperial contaminara a los de aquí y solo los más sólidos de pensamientos y principios desafiaron en la balanza a quienes por más de cien años pidieron justicia.

Territorios enteros tocados por la fuerza de tres siglos fueron protegiendo el pensamiento de los más grandes. Mientras mundialmente las luchas centraron las fuerzas de sus manos en la bayoneta y en el plomo en contra del militarismo, fascismo, Venezuela descansaba en los arrecifes de los corales donde las sardinas y los peces medianos ejecutaban el flechazo en contra del tiburón.

En su silencio Simón Bolívar prosiguió su lucha hasta que la oblación sobrehumana del más grande vio como su siglo logró conquistar el poder, no más que una proposición romántica, sino más bien en la lucha de la conquista del poder hacia los que en silencio aguantaron más allá de una época las presentes victorias eternas.

Inconcluso el sacrificio de Bolívar dejó su obra para el rescate y aun cuando fue tratado de bandido llevó en su equipaje las trampas del invasor y enseñó a sus descamisados el trasplante de la libertad y el sacrificio de la ardua gloria.

Las acampadas abiertas no descansaban mientras veían como sus casas eran ocupadas por nuestros enemigos arrojando a sus dueños a calles también negadas para el tránsito de los descalzados.

Ante la barbarie el pueblo ofreció a sus hijos y sus pocas ganancias que sumadas fueron riquezas que afilaron espadas, cargaron arcabuces y dispararon cañones que por más de un cielo no dejaron de explotar, aun cuando la temible manta del infernal silencio perseguía sin ropas ni munición pero en ristre lucharon en contra de los carruajes de la discapacidad colonial.

Mientras se perseguía, el pueblo protegía a sus hijos y olvidaron que las armas y la munición las daban los más pobres. El parcelamiento de la libertad dentro de la hora velada fue vencido por el recuerdo de las grandes batallas: Junín, Carabobo, Ayacucho, Pichincha y muchas de ellas en las que todavía se escuchan sablazos, ruidos de cascarrabias y gritos de independencia.

Aun cuando en nuestra historia diaria brillen los opacos recuerdos de la traición, sin embargo las progresivas e inocultables victorias de quien no aró en La Mar, milenariamente persiste en preciados recuerdos los cuales no son sacados tan fácilmente, pues son guardados para los más grandes momentos que siguen desarrollando los cruces en los tenderos de arduas glorias.

Por eso el mundo conoció la obra del más grande de los hombres de la venezolanidad. Bautizado el 30 de julio en la Catedral de Caracas, apenas a una semana de su nacimiento, era 1783.

Pero veníamos de 1780 exactamente el 8 de septiembre, cuando firmaban la creación de la Capitanía General de Venezuela, era obra de la Real Cédula de Carlos III. También en esa hora se daba la creación de la Capitanía de Chile.

En 1787 los ingleses capitulaban en Yorktown Estados Unidos y Sebastián Francisco de Miranda se separaba del servicio militar español, iniciando su lucha por la independencia hispanoamericana. Esos eran los tiempos, así empezaba a calentarse la historia dentro de una independencia.

Todo seguía mientras Bolívar recibía el sacramento de la confirmación de manos del obispo Martí, era 11 de abril de 1790. Ya llevaba siete años, su padre ya había muerto y a su madre le esperaría el mismo destino el 6 de julio de 1792.

En 1795 los mestizos y negros de Coro se sublevaban, todo vino por la inspiración de la Revolución Francesa. Simón Bolívar sigue creciendo y el mundo inoportuna moviéndose un poco más de lo normal para la época en la cual vivía.

Para 1976 el hecho más importante de sus estudios se inicia. Andrés Bello quien era dos años mayor le dicta lecciones de Historia y Geografía. Y para 1798 es ascendido a subteniente, destacándose en su hoja militar dos palabras: aplicación sobresaliente.

Pero en 1804 Haití declaraba su independencia de un coloso homicida: Francia. Mientras dos años después Bolívar recibía el segundo grado de la Masonería en la Logia parisina de San Alejandro de Escocia.

El 12 de febrero de 1814 fue la Batalla de la Victoria y ese mismo año se batalló en La Puerta, Bolívar es derrotado. 31 de julio Batalla de Taguares. Girardot muere el 30 de septiembre. 5 de diciembre Batalla de Araure.

Mientras en 1817 nacía Carlos Marx, Bolívar proclamaba en Carúpano y en Ocumare la libertad de los esclavos y en la Batalla de Maipú salían victoriosos los generales San Martin y O’Higgins, asegurando la independencia chilena sobre los días 12 y 13 de febrero.

El 15 de febrero fue su célebre discurso en el caluroso Congreso de Angostura de 1819. Pero después se propone y pasa por quebradas y ríos, Villa de Pore. Ya habiendo recorrido desde Mantecal 6.000 kilómetros.

En ese mismo año atravesó con su ejército el terrible paramo de Pisba, sendero de indios, inundado de obstáculos, barrancos y gigantes piedras, todo por no desperdiciar hombres en cualquier encuentro con fuerzas enemigas.

Por eso entró triunfante en las Sabanas de Bogotá, después de haber realizado el prodigioso paso por los Andes y haber obtenido las victorias del Pantano de Vargas y Boyacá.

Por eso logró tras esos triunfos que sus detractores internos como José Antonio Páez lo respetaran, incluyendo al mismo Mariño, quienes ya no opondrían más inconvenientes de los que a diario protagonizaban.

Ese mismo año junto a Piar conquistan la provincia de Guayana. Pero el 16 de octubre es acusado de haber iniciado una guerra de razas, Piar es fusilado. Ese mismo año se instala el Congreso de Angostura.

Batalla de las Queseras del Medio, 2 de abril. Batalla del Pantano de Vargas, 25 de julio. Batalla de Boyacá, 7 de agosto. Bolívar entra triunfante en Bogotá y se timbra la liberación de la nueva granada el 10 de agosto.

En 1821 El Libertador ocupa San Carlos, se da la Batalla de Carabobo, entra a Caracas y a finales de año parte hacia el Sur a llevar adelante su liberación. Es la creación del arco andino.

Y así siguió la gran obra de EL Libertador Simón Bolívar donde más de mil hechos históricos suscribieron su incansable y formidable andar. Por esta razón hoy podríamos decir que es imposible que su sueño se haya disipado en la distancia histórica.

Pero más aún hoy cuando en nuestro país y en gran parte de este continente su obra está punteada por su nombre. Unasur, Mercosur, Celac, Alba-Tcp son los nuevos conceptos de interregionalismo inspirados desde la nueva visión sudamericana y caribeña.

El gran plan venezolano radica en el pensamiento bolivariano desde su potencialidad energética, todo sumando a la magnífica ubicación geopolítica pueden dar cuenta de una no muda integración. Por eso Venezuela es el cuño de la suave brisa de integración, pues la gigantesca diplomacia bolivariana va de pujos hacia grandes estrategias que logren enfrentar el gigantesco bosque militar mundial, no enfrenta sola a poderosos adversarios.

Las quimeras de unión, alianzas, ejes, nuevas estrategias, reuniones, mesas de trabajo, habilidades, acuerdos, eventos y mejores relaciones, todas juntas son los resultados de un mundo encontrado bajo recientes signos por un orbe pluripolar, donde se respete la cuestión de la diferencia.

Estos nuevos hechos son el más amplio reconocimiento dentro de una sociedad venezolana la cual asiste a un puesto no tan fácil en el desconcierto de este pacto mundial sin rimas, ni sinfonías premeditadas.

Los honorarios de los nuevos acreedores mundiales quieren que se les pague con las riquezas que no harán sucumbir las apetencias de los deslustrosamente consumidores. Mientras la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se presenta como la propietaria del 75% de las reservas de crudo que hay sobre el planeta, Venezuela saluda con reservas petroleras certificadas en 297.570 millones de barriles (las más grandes del mundo), y de gas, 196 billones de pies cúbicos; sólo esto suministraría la energía que requiere Mercosur para continuar con su desarrollo industrial y tecnológico.

Allí está la vigencia del pensamiento de El Libertador ¿pero cómo aprovechar el target competitivo, seguir vendiendo petróleo tal y como se ha encumbrado desde las pasadas décadas o convertir los nuevos negocios en intercambio de tecnologías, adquisición de modernas maquinarias y capacitación profesional.

En las principales Bolsas de Valores del mundo, los incontables millones de reservas de crudo y de los trillones de metros cúbicos de gas, son incuantificables en cualquiera de las monedas, incluso hasta en los más poderosas como el Dólar y el Euro. Y dos sectores de negocios monopolizan la economía mundial. Por una parte, la venta de armas, y por la otra, el sector farmacéutico.

Así, la militarización expuesta en los países del Cartel, conformado por los Estados Unidos de Norteamérica y los 28 países pertenecientes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), es la más colosal alianza, donde ni Venezuela se escapa. Ellos decidirán militarmente los destinos de la supuesta única estrella pensante. Estos son los nuevos enemigos al igual que ayer lo eran los Realistas.

A dicha manipulación unipolar se enfrentó al igual que Bolívar la estoica propuesta de Hugo Chávez junto a la timidez de algunos organismos regionales, más una cantidad importante de países quienes saben que estando solos también serán victimas del control definitivo de sus energías y por lo tanto, del futuro de sus habitantes.

Los acuerdos regionales en América hacia el Sur y El Caribe unidos al tema petrolero deberían impulsar sólidas alianzas a partir del comercio, concesiones y suministros para el desarrollo del país, en las que Venezuela inspira su suerte bolivariana.

Petroamérica, Petrosur, Petroandina, Petrocaribe, Gran Gasoducto del Sur y Gasoducto Antonio Ricaurte deberían ser los habilitadores para fortalecer alianzas regionales. Es necesario un equilibrio que ojalá se entienda en los altos imperios y se convoque una especie de equipos integrados expertos, personalidades invitadas por regiones, que logren darle cuerpo a nuevas estrategias de integración, pues las respuestas reclamadas a un nuevo posicionamiento es gritado por las presentes y futuras generaciones.

Está claro que Venezuela es el país que más alianzas ha establecido para ofrecer petróleo y es quien menos necesita carburante de otros para desarrollarse. Entonces deben establecerse las analizar de las nuevas posturas, realidades y acuerdos interregionales de integración.

Jamás nos pareceremos a China, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) es superior a los 5,92 billones de dólares acompañado de un modelo de crecimiento económico anual del 10%, quienes acaban de convocar a 45.000.000 de nuevos puestos de trabajo e invierte en su economía cinco billones de yuanes (264 millones de euros), sólo para relanzar su modelo económico fundado en la industrialización, comercialización y distribución.

No obstante, tampoco podemos seguir siendo el mismo país del modelo rentista de la Venezuela saudita donde gobierno y oposición mantienen el mismo discurso de seguir aumentando la producción de crudo y los primeros con desconocimiento de como llegaremos a afrontar la desequilibrada suma que esto significaría en inversiones, y los segundos, por seguir desconociendo un modelo equitativo y seguir soñando con el despilfarro del pasado reciente.

La nueva geopolítica geoestratégica de los hidrocarburos debe ser bolivariana, debe hacer referencia al reclamo de una nueva oportunidad para algunos estados del país que necesitan una mejor mirada.

Por poner solo un ejemplo bolivariano y me refiero al acuerdo suscrito el 29 de junio de 2005 en Puerto La Cruz, alumbró el nacimiento de Petrocaribe. Ahora lleva sólidas infraestructuras para crear servicios sociales, orientados a la calidad de vida de los pueblos caribeños y centro americanos.

Así lo dio a conocer la clausura de la VII Cumbre de Gobierno de Petrocaribe con la aprobación de acuerdos en cooperación orientados en esta nueva fórmula de integración.

La firma de acuerdos va enmarcada en concreciones de cooperación para suministrar fertilizantes y comercio justo, lo cual motiva a continuar con la aplicación eficiente del manual de compensación proveniente desde la factura petrolera.

Ya está aprobada la propuesta para impulsar el fortalecimiento de Petrocaribe a través de la formación de una zona económica integral de progreso, destinado a profundizar los alcances de la organización con miras a desplegar sectores productivos de los países miembros.

Pata alcanzar esta meta propusieron la conformación de redes productivas capaces de generar excelencias económicas y hacer posible lo sostenible y el cooperativismo, suscribiendo memorandos de entendimiento para el desarrollo de una nueva zona económica.

Convocaron la celebración del Consejo de Ministros destinado al área económica. Iniciaron estudios técnicos para constituir el sistema de Fondos Bilaterales (Fobip), plataforma financiera para la articulación productiva y dinamización de intercambio comercial.

Esta Zona Económica fue aprobada en la VII Cumbre del bloque Petrocaribe. Aprobado el acuerdo se inicia su conformación lo cual permitirá inversiones, comercio y desarrollo compartido para la estabilidad energética, económica y financiera de la región.

La alianza propone trascender lo petrolero al desarrollo económico y comercial. Ahora más fortalecidos con la incorporación de Honduras y Guatemala. Instaurarán un plan para mejorar la conectividad aérea y suministro de fertilizantes.

Por esas razones el sueño de Simón Bolívar Vive y en un nuevo año más de su nacimiento nos convoca a la unidad.

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