La Palangre Vs. la Comunicación Social
Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias Políticas
Jueves, 09/07/2009 09:52 AM
Solo hay que ver en imágenes los rostros de quienes aupados por los medios de comunicación privados, persiguen, atacan, agreden, insultan, escupen, golpean y quieren humillar a los periodistas que hacen comunicación alternativa o trabajan dignamente en un medio de comunicación del Estado.
Que desatino y falta de ética lo que dicen y hacen estos empleados ciegos al servicio de los mafiosos que se han adueñado de los espacio de trasmisión.
¿Sabrán estos periodistas que existe Rafael Finol Meléndez? Pienso que no. Este reconocido comunicador estuvo preso, exiliado y fue perseguido por gobiernos pasados, por denunciar lo que vergonzosamente se llamo: “Los Pozos de la Muerte”. Profundos hoyos petroleros donde lanzaban vivos a seres humanos y después los remataban a tiros, acción desarrollada por los cuerpos policiales.
Este comunicador fue conocido como “El Periodista de la Verdad”, el acoso lo obligo a exiliarse en varias oportunidades. A inicios de este año recibió un balazo de manos de un francotirador cuando salía de su trabajo en el Diario El Regional de estado Portuguesa, sin que hasta la presente fecha el Colegio Nacional de Periodistas, hoy con un penoso presidente, William Echevarría, el cual no atina a pronunciarse.
El CNP desprecia a quienes fueron y son actualmente un claro ejemplo de informar con valores y principios, José Vicente Rangel, Otero Silva, Eleazar Díaz Rangel, Zaida Rausseo, Vanesa Davies, Nolia, María Teresa, Sabina Di Muro, Asalia Venegas, Castor Díaz, los Robertos, el otrora Fabricio Ojeda, Gustavo machado fundador del diario que mas allanamientos aguanto en los cuarenta años del peor malgaste político soportado por nuestra nación, Tribuna Popular, el periódico del Partido Comunista de Venezuela, víctima de los años de la canalla, la otrora URSS financiaba este diario para que un nutrido número de venezolanos pudiesen leer la verdad de lo que ocurría en el país.
Que deshonestos son los periodistas que vemos a diario, como destacan la ausencia de cultura, todos quieren parecerse a la pobre prensa caraqueña. Sus iniciados haciendo grandes esfuerzos por parecerse a sus guías de Caracas, con que chambonearía y ordinariez se expresan.
Unos copian los estilos de Bocaranda, otros, el estilacho de Leopoldo Castillo, los mas adulantes ven el patético caso de William Echevarría, da pena, la misma oposición y sus colegas se burlan de él, su estilo es bajo, lo llaman: “El mejor hipócrita”. Que lamentable lo infame y espurio de este periodismo venezolano. Se sienten los dueños de este país.
El desfilacho del dinero que inexplicablemente genera demasiadas dudas, viajan al exterior, persiguen y ofrecen suntuosas sumas de dinero para chantajear y sobornar.
Desechable código de ética del parodista venezolano, pisoteado y burlado desde los pupitres donde cualquiera imparte un ramplón semestre de comunicación social. Carreras dadas por desprestigiadas universidades privadas donde lo que impera es la buena moda, tacones, peinados, costosos celulares e invitaciones para pasar sus materias.
Las universidades públicas, sobre todo las denominadas autónomas no se quedan atrás, que puede esperarse de las mal denominadas Autoridades Rectorales, decanos, vice decanos, verdaderos reyecitos, dueños de sus facultades y núcleos, donde solo entran a dar clases sus amiguitas (os) carreras llenas de los mas despreciables y reaccionarios seres que ahora se abrogan la libertad de este país.
Qué cinismo existe en la formación del nuevo comunicador social, como derrumbaron la vieja y decente formación profesional.
Que atraso quienes alientan el periodismo en Globovisión, gritando, sin verbo ¡no a la cubanización o no al castro comunismo! Que pobre análisis dan estos seudocomunicadores, utilizan a su antojo frases del pasado, alentados por cuatro gobernadores golpistas que les mantienen su ética del dinero y de la palabra fácil.