Diosdado Cabello. Por Miguel A. Jaimes N.
Sábado, 25/05/2013 01:41 PM
Diputado Diosdado Cabello, soy un venezolano del común, preocupado por la irracional actitud de los parlamentarios opositores ante la Asamblea Nacional quienes se han dedicado al desconocimiento de Nicolás Maduro como presidente constitucional.
Después de escucharlo y ver su múltiple accionar, sin dudar me siento representado por el mando que usted asume en estos momentos frente a la Asamblea Nacional, quien desconozca a Nicolás Maduro, desconoce el Estado, así que por lo tanto no tiene derecho de palabra.
En el Hemiciclo hay diputados opositores pirañas con dientes de oro. Jamás estos asientos estuvieron integrados por tantas escopetas a punto de disparar. La locura está desatada y desea comandar el sitio de todos. Expulsan frases locas y a quien se les ocurra pedirles que guarden un instante de cordura lo golpean. Pero galope Diosdado, mire que la mayoría del podio está integrado por los mejores, somos mayoría.
Quiero decirle que las peleas que arman la oposición en la Asamblea Nacional, sus golpes, insultos, agresiones, amenazas y toda su red de maledicencias, también van dirigidas contra todos nosotros, contra los habitantes del país, contra los venezolanos.
Por otra parte le digo, me llama la atención la cercanía que intenta un grupito muy mínimo de la oposición. Los he visto desde la juramentación de Nicolás Maduro como presidente encargado.
Posteriormente ya como presidente constitucional, asistieron a la AN en actitud democrática y de respeto, también le quitaron el apoyo al candidato opositor y ahora han señalado que no les cabe la menor duda que Maduro ganó las elecciones del 14 de abril de 2013.
He visto que han adoptado una actitud de respeto sobre todo después de la muerte del presidente Hugo Chávez. Y eso también es válido, es democrático, esos intentos fortalecen nuestra joven democracia bolivariana, pero debemos tener cuidado.
Esto me recuerda cuando me iniciaba en mis clases de ciencias políticas y esmerados maestros se empeñaban en enseñarnos el Contrato Social de Rousseau. Eso es justamente lo que debe imperar en los cargos de elección democrática, un acuerdo social.
La oposición y el gobierno postulan sus candidatos, participan, unos pierden y otros ganan, justamente esos que salen triunfadores deben aceptar las reglas de la institucionalidad.
Los diputados de oposición ganadores en esta década y media de revolución han sido reconocidos inmediatamente, se les acepta tanto que incluso participaron en el golpe de Estado del 2002 y en el paro petrolero, uno de los elegidos por el estado Aragua es considerado el rey de los textiles, maneja una gran distribuidora después de haber sido buhonero en el boulevard Pérez Almarza del centro de la ciudad de Maracay, pero ahí está.
Diosdado, usted inicio su denuncia en contra de ese caballerito conocido por todos nosotros como Richard Mardo, quien casualmente ha sido comparado con el entonces narcotraficante colombiano Pablo Escobar. Esto no puede quedarse así, estamos en presencia de un verdadero mafioso.
Por eso apoyo las posiciones prudentes y responsables que usted asume. Aquí no debe reconocerse a nadie que irrespete el hilo constitucional y que vaya en contra de un mandatario elegido libre y democráticamente y ojala tampoco les cancelen sueldos.
Maduro Ganó y eso debe respetarse. La oposición cree que la Asamblea Nacional es un concierto de la banda Megadeth donde todos se golpean, gritan y dan tonadas de pitos como si fuese la hora loca de cualquier fiesta del Este caraqueño. Estamos frente a las “grandiosas” estrategias recomendadas desde Bogotá por J.J. Rendón.
Diputado Diosdado Cabello, siga usted dirigiendo el derecho de palabra que el pueblo apoyará a sus legisladores. Y acuérdese de algo, Ud. Es el blanco de ataques, a Ud. Lo quieren ver peleándose con la revolución.