Denle rapé a la oposición. Por Miguel A. Jaimes N.
Jueves, 15/11/2012 09:42 AM
Me confieso muy angustiado y preocupado mas todos los desvelos posibles de una siquis inundada por inquietudes y turbaciones, todo generado por los pasos sin rumbo de una oposición en hondonada penosa y cargada del desconocimiento de las cosas que hasta hace poco podían creerse como buenas.
Mi inminente desespero me lleva a tratar de buscar ayuda, encontrando una muy parecida a la menos penosa, tenemos que darle rapé a la bancarrota opositora. La historia del Rapé arranca en Francia donde rallaban tabaco para aspirarlo. Esta antigua práctica proviene de una vez molido debe unirse con menta para ser consumido por las vías nasales.
Ya en el segundo viaje del intranquilo Cristóbal Colón (1493-1496) el fray Ramón Pané recogía en sus notas las costumbres de aquellas prácticas. Quedó escrita la importancia de un hombre conocido como el buhuitihu que era un médico, quien obligaba al enfermo a guardar dieta, pero esta era trasferida también a un familiar cercano, madre, padre, esposa, incluso hasta a un hijo.
Todo consistía en que hasta el mismo médico tenía que fingir la enfermedad de su cliente y purgarse con un polvo llamado cohoba que los embriagaba y podían conectarse con los cemíes, quienes les decían de donde había venido su mal.
Los cemíes eran espíritus de los taínos, habitantes de los pueblos de las islas del Caribe, quienes les daban culto, atribuyéndoles poderes sobre los seres vivos de la naturaleza, ellos hacían muñecos para que un cemí los habitase creyendo que estas figuras tenían vida propia. Su vida religiosa estaba centrada en rituales que agradasen a los cemíes y en cada aldea había una choza donde guardaban sus imágenes y en la que realizaban los principales rituales para su aldea.
Los cemíes más importantes estaban relacionados con la fertilidad y las buenas cosechas, cemí de la yuca principal alimento o el cemí que gobernaba el agua, pero también los huracanes, por lo que el cemí podía ser beneficioso o problemático.
Y esto es justo lo que le ha pasado a la oposición, abusaron de la buena voluntad que les llevaba y tenía la gente, ahora viven alucinados en un espacio ,rechazados, entonces creen que deben imponerse a la fuerza.
Esta fuerza en nada es política, muy al contrario pues las sustancias que se meten los hacen parecerse a la conspiración y nada mas real que el rapé para ver si pueden entrar en razón.