Congo
Por: Miguel A. Jaimes N.
Sábado, 16/05/2015
La República Democrática del Congo está ubicada geográficamente en el corazón central occidental del África sub-sahariana, limita con Angola una nación OPEP, República Centroafricana, Sudán del Sur, Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania y Zambia. Es atravesada por el Ecuador y un tercio de su país está en el Hemisferio Norte mientras dos tercios permanecen en el Sur donde se debate una terrible proyección de crisis humanitaria producto de la frágil explotación petrolera y mineral al servicio de las grandes compañías extranjeras.
Su ubicación ecuatorial hace que las lluvias sean muy recurrentes y que toda caiga en su selva catalogada como la segunda más grande del planeta. La vegetación cubre su cuenca y de allí su salida al Océano Atlántico. Sus terrenos en los cuatro puntos cardinales cubren pastizales y montañas. Los extensos afluentes son la principal entrada de divisas a su economía. El rio Congo es el más largo de toda África y el segundo más caudaloso del mundo.
Muy tarde un 10 de julio de 1999 fue declarado el cese al fuego. Pero la lucha siguió en las áreas situadas hacia el centro del país. ¿Por qué? Por los ingresos tras la extracción de diamantes, coltan, casiterita y petróleo.
Para enero del 2001 Kabila su presidente fue asesinado y en sustitución quedó su hijo gobernando. Sin perder tiempo firmó en el 2002 en Sudáfrica el Acuerdo de Pretoria que puso fin a los duros años de guerra.
Pero los conflictos internos aún persisten, originados por los recursos del subsuelo como el coltan, mineral clave adquirido por comerciantes extranjeros acostumbrados a adueñarse de las riquezas del Congo así como las de Mali, Angola, Senegal o cualquier otro país que lleve el nombre de África.
Una vez creado el polvo de tantalio proveniente del coltan inmediatamente es adquirido por las megas trasnacionales Sony, Nokia, Compaq y Motorola para la elaboración de computadores, celulares y demás productos electrónicos. Por esta causa en el Congo la guerra tiene nombre corporativo y los principalísimos responsables son estas compañías privadas también enrevesadas en los permanentes conflictos militares que asolan la región.
Para el año 1996 Estados Unidos estaba comprometido en haber organizado una invasión desde el Congo con sus fuerzas especiales pero esta vez sobre Ruanda y Uganda. Una verdadera tragedia, los resultados miles de muertos. Ya para 1988 se habían apoderado estratégicamente de las principales minas.
En poco tiempo el ejército Ruandés ya produciría diariamente veinte millones de dólares al mes con la venta de coltan. Otra estrategia fue abundar el mercado internacional y que el precio se desplomara pero aun así Ruanda mantiene zonas controladas militarmente y las cuales pertenecen al Congo.
Los informes de investigaciones en violaciones a los derechos humanos en aquella región inundan las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pero nadie hace nada.
Desde 1976 misteriosamente apareció el Ebola, todos saben que fue creado en los laboratorios secretos de Norteamérica y Europa para ser regado como pandemia en el África y el Congo fue el principal centro de pruebas.
Las consecuencias en los seres humanos fueron terribles, el sangramiento comenzaba apenas 48 horas del contagio y causa la muerte en 21 días, no posee vacuna y es mucho más mortal que el Sida.
Desde la independencia del Congo este estuvo dividido en diez provincias y estas desde un principio siempre estuvieron a expensas del secesionismo todo por la muy escasa cohesión capitalina, Kinsasa su capital con sus mandatarios adentro siempre estuvieron al servicio de los grandes negocios petroleros y minerales con quienes desde Europa y EE.UU. les embargaron su futuro.
Para el 2005 hubo una nueva organización territorial donde se aprobaron 26 provincias y debió ponerse en ejecútese la nueva forma administrativa del poder a partir del año 2009 pero hasta ahora eso no ha sido posible.
Los traumas son sus minerales: cobalto, petróleo, cobre, cadmio, diamantes, oro, plata, zinc, magnesio, estaño, germanio, uranio, radio, bauxita, hierro y carbón. Pero el coltan ha sido el mineral que más ha financiado los bandos de la Segunda Guerra del Congo cuyo balance de fallecidos asciende a más de cinco millones de seres humanos.
En su territorio cohabitan 250 grupos étnicos. Se hablan alrededor de 700 idiomas. Un 80% de su población es cristiana, predominantemente católica. La más popular de las sectas es el kimbanguismo que traducido es la iglesia de cristo en la tierra pero esta manifestación religiosa fue vista como una amenaza por los belgas y fue prohibida.
[email protected]
[email protected]
@migueljaimes2
Skype: migueljaimes70