CNP: La manecilla de la mentira

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Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias

Sábado, 23/01/2010 09:13 AM

¿Qué uñas mecen la cuna del Colegio Nacional de Periodistas? Sencillo, las corporaciones que están detrás del negociado comunicacional, donde el bobo Echeverría les sirve de tonto útil. Bueno, podría ser una exageración catalogar a alguien de bobo y a la vez de tonto, pero esos casos se dan en el papel que asumen los periodistas de la vulgaridad comunicacional venezolana.

¿Qué dirán los periodistas que obligatoriamente tienen que afiliarse en este gremio? Me imagino que rubor han de sentir al ver a su desaliñado presidente, financiado por Globovision.

Confundido personajillo, dándoselas de intelectual cuando nunca se ha leído ni un resumen de la gran obra de Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha.

La humildad la tiene extraviada y lo que podría representar la humanidad de este heroillo lo tiene en estado de confusión, “a los cerdos no se le pueden lanzar perlas”. Que infausta sensación sentirán los verdaderos periodistas al escucharle, toda una cretinada hecha persona, me imagino sus asesores, lo peor del periodismo venezolano, jóvenes muchachas de los programas opositores creyéndose las salvadoras de este país.

El periodista está formado para ser un profesional sensible, profundamente humano, obligado a rechazar la manipulación del verbo, conjurador de sus palabras a favor del país, dejando su vida sembrada para siempre.

Pero esto funciona al contrario, las editoriales de sus amos impulsan odio, porque saben que están quebrados, están peor que los bancos intervenidos. Se valen de artimañas para trampear los sueldos de sus comunicadores, copiones de guiones de la confusión, pánico y odio.

Nada dice el CNP como desfiguran y llenan de violencia cada día más al país, las portadas de sus diarios son esmeradas presentaciones de la mentira, sus titulares son de violencia, no importa presentar las más atroces fotos de fallecidos en el estado que hayan quedado, lo importante es vender sin importar los daños colaterales.

Su amarillismo periodístico es color excremento, así debe ser la vida personal de cada uno de estos perniciosos periodistas. ¿Cómo será la de Kiko Bautista y la Colomine?

Las oficinas del CNP son una excreta de improperios, estos empleados nunca entenderán que esa cosa es un nido de roña, y quienes se abrogan su representación es un negociante de su ineptitud. Ojala que verdaderos periodistas puedan retirarse a tiempo del peor gremio de la historia sindical del país.

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http://www.aporrea.org/medios/a93810.html

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