En el país de las bolsas. Por Miguel A. Jaimes N.
Martes, 14/01/2014 11:50 AM
En Venezuela son los días en que su presidente Nicolás Maduro anunció y tomó verdaderas medidas para que los precios de los productos que adquieren los venezolanos llegaran a sus verdaderos lugares. Inmediatamente el país entero se volcó a comprar y masivamente todo lo rebajado fue adquirido, hasta las bolsas de papel y plástico se acabaron.
Por eso esta nación anda con bolsas de todos los tipos, tamaños, gustos, colores, ecológicas y de papel o plásticas. Sacos donde son llevados a diario millones de artículos que van siendo comprados y vendidos por todas las partes del país.
Con esto nadie ha logrado escaparse, mientras todos van quedando sorprendidos ante lo que a diario queda demostrado, pues los productos que estaban por las nubes han bajado a sus verdaderos precios. Pero aún falta mucho por rebajar, pues los anuncios que han prometido dejarán atónitos a más de uno.
Pero ahora los bolsas son los dueños de los miles de negocios que saboreaban lustrosas ganancias, precios exorbitados, elevadísimos, exagerados, vendedores corrompidos en la verdadera usura.
Por un momento muchos llegaron a rumorear que si las cosas no cambiaban había incluso que pensar en abandonar el país, pues así no se podía vivir, ya que estos diarios descalabros antieconómicos eran impensables años atrás.
Por eso en todos los anaqueles, despensas, repisas, mostradores, vitrinas, alacenas, estantes, exhibidores, escaparates y donde se pudiera mostrar todo lo que se puede vender, inéditamente es tomado por presurosos compradores.
De manera apurada, enloquecidos comerciantes perseguidos por el gobierno, trataban de demostrar que ellos no habían sido los únicos que desproporcionadamente subieron los precios cada vez que se les antojaba.
Pero aquí se descubrieron muchas cosas, entre esas las ideas oscuras del comercio por mantener a través de los medios de comunicación la suficiente propaganda y suspenso del desabastecimiento, así poder justificar en base a una economía de emergencia cualquier justificación que se les pueda ocurrir para elevar los precios.
Por eso la usura comercial y después de muchos no creerlo, ahora el país ha sido tomado por las bolsas.
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