Bonzo. Por Miguel A. Jaimes N.
Lunes, 30/01/2012 03:49 PM
El Bonzo es inmolarse, suicidarse vertiéndose por lo general gasolina, encendiendo el último cerrillo en la vida de un ser humano prendido en llamas frente a un impávido público, sucede como la más dura forma de protesta, desobediencia civil, cuando los motivos políticos llegan al final de la desesperación, ira y atropello.
El trágico concepto se inicio tras el embate de sacrificios en monjes budistas durante la ocupación de la Península Indochina: Birmania, Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam.
Thich Quang Duc, joven vietnamita, fue el primero en encenderse en fuego, todo sucedió sobre los pisos de una céntrica zona de Saigón, era once del mes siete de mil novecientos sesenta y tres.
Fue monje y se mantuvo incólume mientras las llamas devoraban la dermis con trapos que caían consumidos en silencio. Hasta su final, murió sin mostrar señal alguna que advirtiera dolor. A partir de allí, muchos tomarían el cruel método “político” de protesta, ubicándose sobre todo en todos países de los cinco continentes.
A partir de ese momento y sin detenerse hasta nuestros días, esos serian los resultados que acompañarían la desesperación de seres humanos abatidos por graves violaciones de sus Derechos Humanos ante Estados usurpadores, represivos y violadores de una calma diaria que nunca mas volvería a florecer.
Tras la muerte de Thich Quang Duc y de acuerdo con su usanza los compañeros de su comunidad con dolor terminaron de incinerar sus ardidos restos, pero su corazón permaneció intacto, por esto fue considerado sagrado, siendo guardado su núcleo en el Banco Nacional de Vietnam.
Mucho han seguido aquellos pasos de dolor al igual que lo hiciera Thich Duc. El dos de noviembre de mil novecientos sesenta y cinco, Norman Morrison se inmolo frente a El Pentágono, protestaba contra de las matanzas cometidas por sus nacionales en Vietnam.
Una mañana de enero de mil novecientos sesenta y nueve y tras la ocupación de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia, una joven llamada Jan Palach se inmolo a lo bonzo en la Plaza Wenceslao de Praga.
Septiembre de mil novecientos setenta, quien ocupó el cargo de Senador vasco, Josefa Elósegui se incendió en la inauguración del campeonato Mundial de Pelota el cual era presidido por el dictador Francisco Franco, se encontraban en el Frontón de Anoeta en San Sebastián de Guipúzcoa.
El once de noviembre de mil novecientos ochenta y tres, Sebastián Acevedo Becerra, chileno, se incendio en los escalones de la Catedral del austral país, protestaba la desaparición de sus hijos en manos del entonces régimen de Augusto Pinochet.
El panameño Rolando Alberto Palomino hizo lo mismo frente a la embajada de Estados Unidos el diez de enero de mil novecientos ochenta y cuatro, dejo una carta señalando a EUA de ser “una de las representaciones del crimen y del hambre de millones de seres humanos.
Nuevamente en Chile, Eduardo Niño murió quemado frente al Palacio de la Moneda, era treinta de noviembre del dos mil uno.
Veintisiete de agosto del dos mil siete. Se quema un hombre en la Plaza Roja de Moscú, estaba cerca del kremlin.
Un rumano se inmola frente a la Subdelegación del Gobierno Español en Castellón de la Plata, Valencia, fue el cuatro de septiembre de dos mil siete. Sufrió quemaduras en el 70% de su humanidad y falleció en el Hospital la Fe de Valencia quince días después.
Una mujer de Senegal (África) se quemo en la Alcaldía de Roma frete al presidente de su país. Se llamó Abdoulaye.
Treinta de septiembre del dos mil ocho, Ramiro Guillen Tapia, líder agrario del estado de Veracruz, México, se quemó frente al Palacio de Gobierno como medio de protesta luchando en sus reivindicaciones. Muere el primero de octubre del mismo año, con un 90% de su cuerpo quemado y la incineración de sus vías respiratorias.
Hyderabad, estudiante hindú, lo hizo en demanda por la separación del estado de telangana, donde el gobierno aún no da muestras de su reconocimiento, esto fue el veinte de febrero del dos mil diez.
Hilda Primitiva Córdova Ramírez, peruana, sesenta y un años, se incendia en plena vía pública, cuando vivía en el barrio Monterrey de California (EUA). Sucedió el veinticinco de marzo del dos mil diez.
Uno de los más emblemáticos casos que causo la Revolución del Pan, también conocida como la Revolución del Jazmín en Túnez, país del Magreb africano, fue la autoinmolación de Mohamed Bouazizi, ingeniero de profesión, quien decidió suicidarse cuando la policía le decomisó un improvisado carrito de frutas.
Esto sucedió el diez y siete de diciembre de dos mil diez, Buazizi fallece tras largos días de agonía el cuatro de enero del siguiente año y ese mismo mes el veintiuno de enero sale del país derrotado el dictador Ben Ali, quien era presidente desde hace veintiún años.
Tras los sucesos de Túnez en enero del mismo año las inmolaciones siguieron, en Egipto murieron cincuenta y ocho seres humanos, lo mismo siguió en Mauritania, Argelia y en el mismo Túnez.
El veintidós del mismo mes y año, Mohamed lamin Salek Uld mahmudi Said, se suicida en los territorios del Sahara occidental, ocupados ilegalmente por el Reino de Marruecos, era saharaui.
Un empleado de la France Telecon ubicada en Burdeos se suicida el veintiséis de abril del dos mil diez. Hasta la fecha era el empleado cuarenta y cuatro que se suicidaba.
Finalmente, el diez y seis de septiembre de dos mil once y tras la crisis financiera griega un hombre arruinado por varios créditos bancarios se quema a bordo de un barco griego.