Guerra por los recursos (III)
Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias Políticas.
Sábado, 28/02/2009 08:51 PM
Venezuela a partir del proceso de certificación de sus reservas petroleras es el país poseedor con mayores reservas de crudo, aparte de este importantísimo antecedente es el proveedor más confiable y seguro de los seis mayores productores mundiales de crudo, que son Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Nigeria, naciones con situaciones actuales de inestabilidad, amenazadas por parte de los EE.UU., o en guerras.
La nación petrolera por naturaleza es Venezuela, cien años explotando crudo, con una de las infraestructuras petroleras y petroquímicas más grandes del mundo. No mantiene conflictos geográficos ni limítrofes con otros países.
Como estrategia petrolera desarrolla la GEOGERENCIA, plan de acercamiento con los vecinos geográficos naturales, países del Caribe y centroamericanos con el proyecto denominado PETROCARIBE, conformando un arco caribeño en la franja norte costera con los naturales países vecinos, proyecto de corresponsabilidad compartida, conformando nuevos escenarios de seguridad y defensa, abriéndose a naturales y nuevos mercados a partir de los productos derivados de la cesta petrolera y ayudando con una cuota diaria de petróleo a países que pagar un alto precio en su desarrollo por no haber tenido con anterioridad una ayuda sincera a partir de esta necesidad.
Propuesta venezolana conformada por veinte naciones de la región caribeña que han conformado nuevos escenarios de ayuda y cooperación. Por vez primera uno de los cinco productores mundiales de crudo y el primero en tener grandes reservas con la mejor ubicación geográfica, desarrolla tamaña estrategia a partir de una cuota diaria subsidiada con garantías seguras de pago que contribuya al desarrollo local de cada uno de estos países.
Los ataques hacia Venezuela han caído como una tormenta de papel. Nuestra nación ha volteado la mirada hacia un nuevo escenario, El Caribe, arco de países conformados por una cadena de naciones en las cuales nunca se habían ayudado de una manera tan extensiva como la actual. El desarrollo económico para su impulso social dará como resultado estabilidad a toda el área de países que conformamos esta región.
Con esto se adelanta una nueva política de seguridad petrolera ya que son constantes los recursos que necesitan estas sociedades para seguir exigiendo. Hemos visto como sus nacionales han tenido que emigrar hacia otros países, naufragando en costas con resultados catastróficos. Veamos la situación de las pateras que emigran desde África hacia las costas Europeas, sobre todo hacia Italia y España, van cientos de naufragios, nadie sabe aún cuantos seres humanos han muerto en estas travesías. Es una de las mayores catástrofes acuáticas continuadas y a Europa esto no la persuade.
Una de las características distintivas del pasado y del presente petrolero ha sido dada por la guerra, particularidad propia de países que sin tener este recurso iniciaban enfrentamientos entre países para posteriormente entrar y asegurar sus yacimientos sin demora a las reservas que suplirán sus demandas.
Uno de los escenarios más cercanos en el contexto de esta crisis económica mundial, generada por los escasas aprovisionamientos de reservas petrolíferas como es el caso de Afganistán e Irak, esto junto a la volatibilidad del Medio Oriente, descubre las intenciones de los EE.UU. y de su comando de la OTAN, basados en el principio de su “Desarrollo” y a través de una de sus tantas resoluciones controlar mediante directa intervención la adhesión de reservas de otros países, una de sus tantas justificaciones el terrorismo y el derrumbe de sus principales economías.
Esta relación guarda incómodos antecedentes que van desde la I Guerra Mundial, donde el combustible se incorporó a todas las máquinas de combustión tomando la delantera los que apostando a las hostilidades vieron su desarrollo en el control de nuevos yacimientos petrolíferos.
Pues bien, esta ofensiva mundial en nada ha cambiado, en Venezuela todos los mandatarios derrocados en el siglo XX fue por el control de nuestros hidrocarburos, siendo el más reciente el Golpe de Estado dado contra el Presidente Hugo Chávez, desde entonces todos los escenarios siguen activos con la estrategia de controlar la producción y las reservas venezolanas.
La idea de depender de suministros importados de hidrocarburos a precios cotizados por la OPEP, viendo el crecimiento de la población y del aumento del mercado automotriz, viene a desaforar la expansión mundial de las grandes potencias a incrementar sus estrategias por controlar reservas que se han escapado a su codicia económica.
Venezuela es uno de sus objetivos, por esta razón han levantado los huracanes de la intervención directa que lesione nuestra política nacional y de acercamiento con nuestros vecinos naturales. Son estas las razones por los cuales se ha desatado la mayor ofensiva por el control de nuestro petróleo. Han iniciado la mayor ofensiva continuada contra Venezuela por el control de nuestras reservas probadas de petrolero. Es, la Guerra por los Recursos.