PCV. Por Miguel A. Jaimes N.
Lunes, 20/06/2011 08:55 AM
Muchos vemos con ánimo y admiración los grandes esfuerzos del Partido Comunista de Venezuela (PCV) por lograr establecer alianzas dentro de las filas de todas las fuerzas revolucionarias que impulsan este proceso bolivariano y revolucionario.
Esto, con el fin de apoyar la gestión revolucionaria y digna del Comandante Presidente, Hugo Chávez Frías.
Pero tal ánimo se desvanece rápidamente, pues justo cuando el Comandante Presidente hace los llamados más radicales para darle un giro a la revolución y que la burocracia no se acostumbre en las decisiones del Estado, algunos sectores fomentan rápidamente las divisiones con el PCV.
Así lo sentimos en las pasadas elecciones cuando en casi todas las candidaturas que se postularon en todo el país a la Asamblea Nacional, los candidatos del PSUV iban en alianza con un militante comunista.
Pero una vez culminado el proceso eleccionario brotaron una vez más peleas y desavenencias. Aún cuando el PCV es la organización política que más activamente ha luchado en diferentes espacios y épocas en la emancipación venezolana contra la superestructura imperialista.
Y los chorros de agua helada que rompieron el “pocillo” de peltre no resistió la clara y revolucionaria posición que mantuvo el PCV en contra de la extradición a Colombia del periodista revolucionario Joaquín Pérez Becerra y nos imaginamos que ahora con la extradición del cantante Conrado, pues las diferencias explotaran con más ánimo.
Estas contradicciones –en el parecer de muchos- no son otra cosa que aniquilar cualquier parecido con unos revolucionarios que acompañan por convicción a este proceso bolivariano. Algunos sectores identificados de quinta columna pululan porque la revolución sea cada vez más light, antes que radical.
Esa misma suerte –o mala suerte- han corrido innumerables camaradas que reclaman que sea otra la actitud hacia un mejor rumbo revolucionario y que muchos, sobre todo a quienes han aislado por sectarismo y zancadillas, terminen de incorporarse a la construcción de la quinta república.
Y que no sigan en esa atmósfera de “suerte” en la cual solo algunos sobreviven en cargos del exterior, otros execrados, perseguidos “políticamente” y muchos ni tomados en cuenta.
Los comunistas plantean en sus tesis el trabajo voluntario, y eso no se hace, depurar definitivamente el sistema de justicia, cosa a la que menos le toman en cuenta. Y como no andan lisonjeando direcciones ni ministerios son vistos como los bichos raros de esta revolución. Antes los tildaban de come flores, románticos y soñadores, ahora, -para algunos- son hasta traidores a este proceso.