Yo nunca he visto un rey
Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias
Sábado, 27/03/2010 08:29 AM
Me contaba un amigo que cumplía años por unos de esos días en que se hacen desfiles militares en la avenida Los Próceres, que él, era llevado por sus padres vestido de reyecito, colocaban un tapiz rojo y lo sentaban, los asistentes muy encantados veían un rato el desfile y se distraían también con aquel flaquito y blanco niño.
También conocí a un gobernador que se le notaba la embriaguez, le encantaba El Caballito Frenao, lo acompañaban una treta de policías, escoltas, ametralladoras, chalecos antibalas y un poco de carros blindados, mientras el resto de la caravana era dirigida por humeantes y escandalosas motos sonando sirenas y encendiendo luces de colores.
A él también le decían El Reyecito. Cuentan sus cercanos que a las siete de todas las mañanas un gigantón policía conocido como Robocop, esperaba en la puerta de su habitación con una fina y disimulada “tacita”, llena de ron.
Nunca le faltó, ni por su exceso, pero si llegase a faltarle se ponía iracundo, inmediatamente buscaba camorra con los estudiantes de aquella andina ciudad, iniciando aquellos banquetes de piedras y bombas lacrimógenas con la “policía del orden público”.
Otra que no puedo dejar de nombrar es la Thatcher, “La Dama de Hierro”, Reinecita, adornada por la prepotente corte inglesa, pero no pudo evitar que autoridades de varios países africanos detuvieran a su hijo, quien aparecía en listas de solicitados internacionales por mercenario, verdadero pirata, vulgar saqueador.
Este “muchachito” andaba con su ejército de bandidos atracando países, desestabilizando gobiernos y queriéndose apropiar de principales reservas de hidrocarburos de países pobres.
Otro que vengo viendo como eterno Rey, es al destemplado Don Juan Carlos de Borbón, español, adulante del fascista dictador Franco, quien le promovió para el cargo que ostenta. Éste, si le ha sabido sacar provecho a su reinado, hasta monedas con su desencajado rostro circulan en cualquier bolsillo europeo.
Andan preocupados porque su próximo nieto sea hombre, para que pueda continuar su papado, cosas de reyes, de esto se preocupan, el resto del tiempo lo distraen en la Familia Real, pasearla por el mundo entero, apoyando hipócritamente a nuevos gobiernos.
Fue la Casa Española del Rey, quienes juntos a la Cancillería chilena montaron aquella ruin provocación contra el Presidente Hugo Chávez, utilizando a un Rey desencajado, malhumorado, vestido de prepotencia, escupiendo colonialismo.
Pero los reyes de usurpación terminan mal, sin embargo mi amigo el de los desfiles vive muy feliz, es antropólogo y anda contento con eso de las piedritas, descubriendo arenitas aquí y allá.
El gobernador aquel, lo echaron de su partido, los mismos copeyanos que ayer encubría en las marramuncias que hacían, lo largaron, por allí fundó un partido y no hay contienda electoral en la que no participe.
La última cosa de El Reyecito fue sacar del descanso y disfrute a su mujer para lanzarla como candidata en uno de esos cargos no salidores, y antes, cuando se ufanaba de ser el reyecito, donde todos le abrían paso, hoy es un viejito más que camina en una de esas calles andinas, inofensivas, quietas y hasta galantes.
A su majestad la realeza española seguro le seguirá la “responsabilidad” de andar disfrutando de la opulencia, regalos, medallas, banquetes y cualquier otra de las banalidades adulantes que publica la “Revista Hola” de España.
Seguro, cuidándose de los paparazzi, la dieta, que Juan Carlos está algo gordito o sigue desencajado, que mandémoslo al hotel siete estrellas de Dubai, en fin, a estos reyes tan confundidamente inteligentes, uno nunca termina de verlos.
http://www.aporrea.org/internacionales/ctualidad/a97788.html