Que se enciendan las luces. Por Miguel A. Jaimes N.
Sábado, 10/03/2012 03:24 PM
La inmensa cruz ubicada en la segunda estación del teleférico de la ciudad de Mérida no tan sólo alumbra a los trabajadores que están construyendo esta nueva obra, también desde las montañas más alta de Venezuela se cuida en fe la recuperación del primer mandatario nacional.
Mientras animan a un sinnúmero de trabajadores que reconstruyen completamente el teleférico más largo y alto del mundo, doce kilómetros y medio de aventuras sobre picos helados y fascinantes paisajes que adornan de muchos colores la inmensa patria bolivariana.
En compañía de esta cruz también se ha encendido la silueta del Ángel del Amparo en el majestuoso estado Zulia, va acompañada de incansables rituales de sanación de las principales comunidades indígenas que ya han decretado la definitiva curación de un presidente también indígena: Hugo Chávez Frías.
Y en la bella ciudad capital, Caracas se ha encendido otra histórica luz, la cruz navideña del Ávila. Este signo recoge las esperanzas de aquella ciudad que da cobijo y protección al presidente y que bajo el aguardo de un pronto regreso pacientemente esperan el retorno del primer mandatario.
Todas las luces de la esperanza nacional están encendidas con el fin de mandar animo, confianza y cobijo al comandante presidente Hugo Chávez Frías. La cruz de Mérida, el Ángel del Zulia y la Cruz del Ávila también son las luces de las miles de lámparas que arden por la pronta recuperación de nuestro presidente.
En estas luces y bajo antiguos rosarios, sostenidos por manos temblorosas de color curtido con venas marcadas como tallas van los rezos, peticiones y promesas de un pueblo que ama con profunda fé y a decretado la sanación definitiva y permanente de Hugo Chávez Frías.
Hay toda una gran jornada de luces patrias encendidas desde el Sur hasta el Oeste, símbolos, iconos de todos los estados del país, quienes en unión no descansan por el sueño de ver de regreso al primer mandatario.
Estos recientes códigos nacionales representan la unión de la patria, nadie llegó a pensar que bajo las luces de estos tres principales símbolos se principiará a descontracturar los viejos pasados y se construyese un nuevo presente.