¿Osama Bin Laden está vivo?. Por Miguel A. Jaimes N.
Viernes, 23/12/2011 07:08 AM
Lo más seguro es que Bin Laden esté vivo y permanezca escondido en las fortalezas y servicios secretos de El Pentágono repartidas sobre cualquier parte del planeta, pero donde esté, aún debe respira.
Todos quisieran saber: ¿Cuál es la verdad de la multimillonaria familia Laden? ¿Cuántas cosas ocultas hay? Pero primero descifremos la oscura y entramada relación entre los importantísimos negocios de dos familias: los Bush y los Laden y que los llevo a separar sus imperios económicos, quien perdió y a cuales trata mejor la prensa mundial.
Tras el insistente anuncio de la muerte del líder de Al Qaeda y cerebro de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, brotan secretos respecto a la conexión que tenía la familia Laden con los ex presidentes Bush (padre e hijo).
¿Dónde surge todo? El vínculo nace bajo el alero de un holding que agrupa a poderosos e influyentes republicanos de Washington DC, el cual acrecentó su poder gracias a los inventos de quienes hicieron las guerras de Afganistán e Irak.
Incluso, después de la anunciada muerte del líder terrorista los mercados imperialistas sacan aún más dinero del asunto, para esto han enmudeciendo al mundo sobre una supuesta represalia que nunca llega.
Supuestamente muere Bin Laden y abren un incierto escenario internacional, donde las policías del mundo alertan de ataques a corto plazo que nunca llegan.
¿Pero, como fue el operativo en que Bin Laden resulta muerto? Esta pregunta genera parte del dinero necesario para atemorizar y obligar a diversos gobiernos a comprar paquetes de armamento y así, dominan su seguridad.
Sombríos miembros unidos al Partido Republicano, El Pentágono y las poderosas finanzas de Wall Street, concurren al mismo punto, un poderosísimo holding internacional llamado; The Carlyle Group.
Enorme compañía cuyo valor asciende a más de quince mil millones de dólares y fue de gran importancia mediática luego de los supuestos ataques terrorista a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2011
¿Pero que realmente paso? Estas corporaciones son muy grandes, poderosas e influyentes y todas están constituidas por la poderosa firma: The Bin Laden Group, cuyo comando de operaciones está ubicado en Riyadh, capital de Arabia Saudita, país miembro de la OPEP con capacidad de extracción de más de doce millones de barriles diarios, todas estas compañías están en los predios de la familia Bush y permanecen unidas a las multinacionales norteamericanas: United Defense Industries, ubicada en Virginia, (EUA) la Raytheon en Massachusetts y la Arbusto Energy Oíl Co en Texas.
El rastro de las conexiones entre la familia Bush y Bin Laden queda registrado en cada uno de los gigantescos movimientos de sumas de dinero y transacciones comerciales, realizados por estas corporaciones.
Bin Laden Group, fue el principal contratista civil en la reconstrucción de Kuwait tras la Guerra del Golfo. En tanto, desde 1989 existe una conexión entre el hermano mayor de Osama Bin Laden, Salem Bin Laden y George Bush padre, quienes crearon una compañía petrolera en Texas en 1989, la Arbusto Energy Oíl Co. Siendo ambos socios hasta la muerte del empresario árabe, quien extrañamente se le estrelló su jet privado en las afueras de Houston en 1993. Desde entonces, George Bush padre, se queda con todos los bienes y se coloca como accionista mayoritario con multimillonarias inversiones e intereses dentro del gigante petrolero Chevron-Texaco.
Mientras en Raytheon la relación de negocios entre ambas familias estuvo orientada a la fabricación de armamento, especialmente en la creación del sistema de guía para los misiles Tomahawk. Los mismos que fueron lanzados desde las plataformas fabricadas por la United Defense instaladas en cada navío y submarino de la marina de EUA y en los bombarderos de su fuerza aérea.
Ambas familias apostaron al estallido de una guerra, así la Arbusto Energy obtendría impresionantes ganancias al dispararse el precio del petróleo y de sus acciones ubicadas en las principales bolsas de valores.
Fue así como la compañía Raytheon revalorizó el valor de sus acciones en Nasdaq y a la vez quintuplicaría sus ventas.
Investigaciones y documentos revelan que George W. Bush estaba reunido con el hermano mayor de Osama, Shafig Bin Laden, la misma mañana del 9/11 dentro de una oficina del Carlyle Group.
La firma Morgan, Stanley, Dean, Witter & Co ganaron 1.2 millones de dólares y la firma Merril Lynch ganó 5.5 millones de dólares más, mediante la ejecución de una herramienta bursátil llamada Put Option con acciones de American Airlines, solo días después de los atentados.
La Put Option, está montada sobre acciones cubre riesgos, ellos la compraban en apenas un dólar y apenas en siete días la regresas al emisor a un valor de 0.8, estando el emisor obligado a cancelarle 0.2 más el dólar que costó la acción, es decir dos dólares.
Así, fueron y adquirieron las acciones de American Airlines entre el 6 y el 10 de septiembre mediante este formato. Luego, volvieron a vendérselas a American Airlines mediante ejecución de contrato entre el 29 de Septiembre y el 10 de Octubre, cuando el valor de la acción había caído casi un 40%.
Esta firma de aviones fue la que se utilizo para ejecutar los atentados del 11 septiembre del 2011, pero ninguno de estos referidos súper ejecutivos estaba el día de los fatídicos atentados.
A última hora nombraron al ex secretario de Estado, James Baker, para responsabilidades en Irak. Baker, quien se desempeñaba como consejero y socio accionista del Grupo Carlyle, cuya inversión asciende a 180 millones de dólares.
Apenas un mes después de la designación, el holding envió al Ministerio del Exterior de Kuwait un documento confidencial de 65 páginas titulado “Propuesta para ayudar al gobierno de Kuwait a proteger y hacer efectivas demandas contra Irak”.
En esta carta los poderosos grupos aclaran que todas las deudas vencidas de Irak “están en peligro inminente” y advierte que la opinión mundial está a favor de la condonación de la deuda iraquí, lo cual se evidencia con “la designación del ex secretario de Estado, James Baker, como enviado personal de Bush para negociar las deudas”.
Para resumir: Kuwait, no volverá a ver una sola moneda de los 30 mil millones de dólares de deuda iraquí, menos los 27 mil millones en reparaciones de guerra que Irak debía a Kuwait por la invasión de Saddam Hussein, en 1990.
El enviado especial negocia dentro del “clásico conflicto de intereses”. Baker le saco todas las ganancias posibles a esta transacción, representando los intereses de Washington, siendo asesor principal de Carlyle, y ahora deben pagarle por ayudar a Kuwait a recuperar sus créditos de Irak.
Y en todo este negocio los “perdedores” son la familia Laden, a quienes los Bush roban gran parte de su enorme fortuna y después implican en común acuerdo a Bin Laden en el tema terrorista del 11 de septiembre de 2011.