Oposición contrató paramilitares colombianos para asesinar a Chávez. Por Miguel A. Jaimes N.
Domingo, 21/07/2013 06:09 AM
Pedro Frontera es un peligroso narco paramilitar, actualmente recluido en la cárcel de Cúcuta, Norte de Santander, Colombia. Este personaje recientemente le narró al Diputado al Congreso de Colombia, Iván Cepeda Castro, como políticos opositores, empresarios y militares venezolanos lo visitaron en varias oportunidades cuando andaba libre cometiendo fechorías y era un reconocido delincuente al margen de la ley, contratando sus servicios para que participara en un atentado contra el entonces presidente venezolano Hugo Chávez.
Estos militares disidentes, empresarios y reconocidos políticos opositores venezolanos, sobre todo los del partido amarillo, Primero Justicia, quedaron en conseguirle ciertos detalles exigidos para iniciar operaciones encubiertas en algunas regiones de Venezuela.
En varias oportunidades los paramilitares se internaron en territorio venezolano y muchos de ellos se quedaron aguardando un mejor momento o la oportunidad para celebrar lo ya acordado. En un primer momento los detuvo la inesperada enfermedad del presidente lo cual fue inesperado.
En uno de sus últimos contactos quedaron en ejecutar acciones terroristas para el próximo que ocupará la presidencia de la república venezolana si esta seguía siendo afecta al chavismo.
Las revelaciones del narco paramilitar conocido con el alias de Pedro Frontera, por su actuar a lo largo de la línea fronteriza, son muy delicadas, develan el plan oculto y cínico de la oposición venezolana.
Los responsables son Primero Justicia, partido de corte ultra derechista, fascista, acariciadores de una salida violenta que ponga fin al gobierno bolivariano. Pedro Frontera revela que estos contactos se suspendieron con él y su organización y que de seguro las constantes conversaciones, ahora deben estar desarrollándose con otro grupo al margen de la ley igualmente de corte paramilitar.
En los primeros encuentros se habían comprometido a desenfundar millonarias sumas de dinero, todas provenientes en dólares, así como la adquisición de potentes armas con miras telescópicas, tal y como algunos periodistas lo han anunciado libremente desde Miami.
La mayor parte de la logística vendría de parte del gobierno del estado Miranda, como una tarea de Henrique Capriles.
