Los piratas somalíes. Por Miguel A. Jaimes N.
Sábado, 28/07/2012 12:49 PM
Señores de todos los océanos y los mares juntos, hoy, habitantes de las aguas trémulas y frías del Océano Indico. Allí, donde están los bancos de peces más salvajes del Planeta, allí, donde llegan agazapados grandes oxidados cargueros veladores secretos de material radiactivo descargándolo abiertamente a las orillas de sus costas.
Allí, donde la ONU anunció un nuevo modelo de hambruna: “la tipo 2”. Somalia, triste Somalia acompañada por sus catastróficos visitantes: tsunamis, guerras civiles y sin ningún tipo de gobierno desde 1991 cuando los Estados Unidos de Norteamérica financiaron a sus enemigos de Etiopia y estos llamados sunitas destruyeron su gobierno y desde entonces no ha sido posible su reconstrucción.
Ahora, sus jóvenes se han lanzado a La Mar, revolucionarios defendiendo sus costas y soberanía. Justo allí al lado de la llamada Puerta de las Lagrimas en la entrada del punto de estrangulamiento mas importante y delicado de la Estrella pensante: la entrada del Mar Rojo, el conocido Cuerno del África, por donde se ha visto el desfilar de imponentes acorazados, son los portaviones de la categoría Nimiz que subieron hasta el mediterráneo para bombardear a Libia y proteger a Egipto.
Sus aguas se vieron tapizadas de un rojo herido por tantos seres humanos asesinados en esta cruenta guerra que intenta rescatar barcos tomados por los Piratas Somalíes, quienes les piden cuentas al perverso mundo occidental por las elevadas cuotas de sacrificios impuestas a sus territorios.
Su capital, Mogadiscio, con sus dos idiomas oficiales el somalí y el árabe con unas vastas fronteras de 2.366 km2 mas un total de 9.330.872 habitantes, señores esta es la representación del país mas pobre del Mundo.
A pesar de satanizarlos como piratas sus nombres aún conservan lo romántico de eternos hombres que luchaban contra gigantes criaturas, hoy, estas no han cambiado, es occidente quien cree luchar por sus babazas verdades y son los revolucionarios quienes se han lanzado al mar para defender los derechos de niños que no desean verlos morir de hambre.
Tic, tac, tic, tac, cada dos segundos muere uno de los millones de niños acompañados de sus grandes a pesar de los hermosísimos anuncios del Photoshop de este imperfecto Mundo quienes les niegan semillas, panes y agua.