La geopolítica petrolera y la coyuntura vigente
La geopolítica petrolera y la coyuntura vigente
“El conocimiento es un derecho del pueblo, y, por tanto, el pueblo debe apropiárselo”
Ángel Custodio Velásquez
La propuesta de la geopolítica del petróleo puede sonar indiferente y de hecho lo es. Pero lo normal es que debería verse como estratégica, simple y guardar una estrecha relación ante la coyuntura vigente que vive Venezuela. Bueno, también debo decir que desde hace muchas décadas venimos hablando y escribiendo sobre; la coyuntura vigente que vive Venezuela. Y esto pudiera ser un aforismo o una trampa más de los intelectuales de estos tiempos.
Pero en este caso y sin intención de ser original estamos asistiendo a una coyuntura muy especial dentro de PDVSA. Muchos han dicho; échales plomo, tienes datos, denúncialos que hay muchos corruptos, pero mi espíritu es propositivo, porque la industria petrolera nacional debemos impulsarla y en eso todos somos responsables, y por eso les voy a dejar la siguiente propuesta o más bien el siguiente cuento.
Debemos aspirar a lograr, perdón, mejor sonaría a firmar un compromiso espiritual hacia la conciencia del petróleo. Y en ella está sin dudas la nueva PDVSA, la que nos dejó Chávez.
Por otra parte, perdonen si me parezco a un equivocado pero la respuesta a la solución interna de la industria no está en proponer nuevamente un aumento en el precio de la gasolina. Todos sabemos de verdad que está muy barata, pero la solución no va en el aumento.
Nuestra premisa debiera estar orientada hacia la conciencia del petróleo, primeramente, en los empleados de PDVSA y con ellos demostrar al menos la intención en una primera parte —o fase, creo que así les gustaría más a algunos técnicos— que igualmente vaya hacia el pueblo, y allí esta propuesta pudiera calar más, claro todo depende con la fuerza que se le imprima.
Deberíamos asistir en destacar como gobierno un nacionalismo socialista en el cual, y bajo ninguna excusa volvamos a aceptar más despilfarros y robos dentro de nuestro holding petrolero nacional e internacional, si internacional porque PDVSA tiene en el mundo 21 refinerías, puertos y terminales.
Jamás nuestra estatal había sido tan atacada en todos sus tiempos como ahora, palabras más palabras menos nos quieren quitar el control de nuestra industria petrolera. Es el imperio y así actúa, son sus ansias de adueñarse de nuestra principal energía no renovable. La historia nos lo está demostrado, el primer caso histórico fue cuando el General Cipriano Castro, luego fueron en contra del General Isaías Medina Angarita y lo derrocaron, les siguió el gran escritor Rómulo Gallegos, asesinaron a Carlos Delgado Chalbaud, le retiraron apoyo militar a Marcos Evangelista Pérez Jiménez y también cayó.
Finalmente vinieron en contra del comandante Hugo Chávez y hasta ahora no han descansado con toda su ofensiva en contra del presidente Nicolás Maduro. Contra el gobierno del presidente Maduro se mantiene latente un golpe de Estado, una intervención e incluso acarician la torpe idea de un magnicidio.
Pero la mayoría de los errores de corrupción cometidos en contra de la industria petrolera no están afuera; están es adentro, y aquí corresponde mover la conciencia de nuestros trabajadores de la industria petrolera.
De tal manera, que mientras tengamos petróleo tendremos esparcidas todas las tentaciones, más los ojos del más insolente de los imperios estarán clavados en nuestra patria y también se despertarán las apetencias de los de adentro, claro, solo existe una forma de evitarlo con los de adentro; y es incentivar el poder de la conciencia, preparar, capacitar, formar, instruir, educar, embadurnar a nuestros trabajadores en todos los niveles, —porque hasta los gerentes de la industria petrolera deben ser vistos como trabajadores— en el compromiso espiritual hacia la conciencia del petróleo.
Las agresiones, sanciones e invasiones de países desarrollados sobre países con reservas de petróleo o próximos a ellos son acciones geopolíticas dadas a razón de ejercer dominio y control sobre las reservas de petróleo de determinadas áreas geográficas y sobre las vías de suministro del mismo. La justificación de lo mencionado, radica en el papel que juega la energía en la consolidación económica y en la manutención hegemónica.
Está claro, estamos en un mundo muy formado por los intereses económicos. Un planeta orientado por las trasnacionales, por eso para nosotros es un compromiso revolucionario atacar la mentira, el engaño y los bochornosos hechos en los cuales se metió un grupito que se empeñó en querer engañar a nuestra industria del petróleo.
Nuestra historia es, a la que hemos sido sometidos como pueblo, primero por las grandes colonias, luego por las trasnacionales, como lo dijo George Orwell; En un mundo de vanidad, engaños y mentiras universales, decir la verdad es praxis revolucionaria. Y en este principio debemos inscribirnos y obligatoriamente cambiar, no para ser grandes, pero si para ser decentes en esta primitiva parte de la nueva historia.
De allí la necesidad de socializar, de apropiarnos, de conocer nuestro principal recurso natural no renovable, único, el cual nos mantiene sobreviviendo en esta hermosa patria que es Venezuela, y nada más pertinente que hacer florecer la conciencia hacia el petróleo.
La historia nos ha enseñado que, la energía ha significado para la humanidad un instrumento indispensable para su subsistencia. El progreso de una nación, su maquinaria de defensa y la calidad de vida, todo está vinculado intrínsecamente con la energía. Aunque diversas hayan sido las formas de energía que ha experimentado la humanidad: madera, carbón, gas, energías renovables, finalmente lo más atractivo hasta ahora es el petróleo, insuperable en cuanto a calidad y versatilidad, siendo el único capaz de sostener el ritmo de industrialización actual.
Se acabaron los secretos. Todos debemos saber que desde su aparición el petróleo ha sido la energía más perseguida por las grandes potencias mundiales, no en vano la llamada frase de uno de los fundadores de la OPEP, Juan Pablo Pérez Alfonso quien creó el término «Excremento del Diablo» para referirse al petróleo y no se equivocó, es la energía del siglo XXI.
Transformó todas las ideas sobre economía e innovación tecnológica, y su utilización forjó condiciones de vidas distintas a las que se desarrollaban mucho antes de su aparición.
Su importancia para cualquier país y economía viene dada por su capacidad de ser el único que determina las formas de interacción —antiguas y modernas— entre las naciones del mundo.
Venezuela sin duda ha ocupado un lugar muy importante en la historia petrolera mundial, luego de descubrirse el primer pozo petrolero, todos los ojos fuliginosos del imperio voltearon para quedarse en nuestro país, pues desde entonces se entendió que la subsistencia del mundo capitalista iba a depender de la energía petrolera, y desgraciadamente la vida del planeta y su economía están basadas en esta fuente de energía que para muchos se está agotando, excepto para Venezuela.
El juego de las compañías transnacionales ha consistido en ir tras el control de los yacimientos petroleros venezolanos, su manejo, suministro, y por eso el dominio del mercado interno cada día se hace más abrasivo.
Venezuela es hoy la nación con las mayores reservas certificadas en el mundo, registrando en marzo del 2015 un total superior de 300 mil millones de barriles, ya superó a Arabia Saudita (266 mil millones de barriles), además de ser la quinta reserva mundial de gas, la segunda en oro y diamantes, más el torio, maderas, agua, carbón, entre otro más.
Nuestra posición geográfica, es decir geopolítica, nuestra estructura instalada y capacidad de producción, todo ello da la mayor connotación estratégica que sigue despertando el apetito voraz de las incursiones extranjeras en nuestro territorio.
Por eso el arribo de Hugo Chávez Frías a la presidencia de la república trajo consigo un cambio favorable para Venezuela en materia de hidrocarburos, Chávez se encargó de subir nuestras reservas de 76 mil millones a más de 300 mil millones de barriles, y hay más, muchísimo como concepto y no de verbo.
Todo esto se tradujo de forma inmediata en mayores ingresos petroleros para nuestra economía, gracias a la recuperación de su precio, cuando Chávez llegó el barril no superaba los 9 dólares por tonel.
Desde hace décadas nuestro país esta en la crisis económica-financieras más profunda de su historia. Y esto no se ha detenido ni sabemos cuántas cuadras más alcanzará todavía.
Como era nuestro pasado en la cuarta república; que Venezuela, acompañada de Arabia Saudita, Irán, Kuwait y los Emiratos Árabes, violaba reiteradamente —desde 1988— las cuotas de producción de petróleo que se aprobaban en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Con esta conducta el país daba mal ejemplo y en el sector petrolero era visto como poco serio, pues no honraba para nada los compromisos acordados en la OPEP. De esta manera concluyó el año 1998: con un precio promedio anual de $10,37/B y un déficit presupuestario que superó los $9 millardos.
“El viraje, desde 1999, en nuestra política petrolera colocó al país, y también a la Opep, en una posición privilegiada en la comunidad internacional, y sobre todo en el mercado mundial del petróleo; recurso que sigue siendo —hoy por hoy— la savia vital del mundo desarrollado.
Y esto es lo que tiene molesto principalmente a los Estados Unidos de Norteamérica. Además, Venezuela puso orden a la exportación petrolera, el presidente Chávez les abrió los ojos a los venezolanos, socializó la principal estatal petrolera que sólo estaba en manos de unos pocos, —recuerdan las nóminas mayor y menor, el decano de los desfalcos y nadie dijo nada— cuyos principales ingresos nunca llegaron a los más necesitados. Nuestra condición de suministrador seguro y confiable del hidrocarburo líquido al mundo entero estaba supeditado a los intereses de la burguesía internacional
Chávez, durante sus años en el gobierno no descansó en denunciar las agresiones, sanciones e invasiones de países desarrollados sobre países con reservas de petróleo, muy particularmente el caso venezolano, cuyas reservas según los expertos están calculadas por los menos para varios siglos más.
Gracias al Presidente Chávez Venezuela dio un giro de 180 grados y se ubica entre los países que más inversión social ha realizado con el recurso petrolero, la diferencia se ve a simple vista comparándonos con la década de los noventa a esta década del dos mil, lo cual se traduce en las excelentes políticas sociales y petroleras de un gobierno socialista que salió invicto de un paro criminal petrolero del 2002 y mantiene en la actualidad pese a la caída de los precios del petróleo la Plena Soberanía Petrolera. Venezuela, esto es lo que debemos rescatar y apoyar,
El mundo entero sabe, que, en los próximos años, las acciones geopolíticas estarán dirigidas a ejercer dominio y control de los yacimientos petroleros venezolanos, más el manejo del suministro y el dominio del mercado interno.
Al igual que en el pasado estos siguen siendo momentos de coyuntura política, sabemos que, bajo la cortina de violación de derechos humanos, y ruptura del orden constitucional las grandes corporaciones trasnacionales a través de la a Organización de los Estados Americanos buscan derribar a nuestro gobierno con el fin de mantener ancladas sus ramificaciones en nuestro país productor del codiciado oro negro. Desesperadamente necesitan controlar nuestras reservas de petróleo para poder mantener activo el declinante modelo neoliberal. Así actua este burdel de la economía mundial.
El Plan de la Patria como legado y testamento político del comandante Hugo Chávez sentó las bases políticas, estratégicas para conservar y resguardar nuestra principal energía de subsistencia, en ese gran Tercer Objetivo Histórico, su objetivo general y específicos deja claro que Venezuela ya no será colonia de ninguna potencia extranjera, que nuestros recursos energéticos son propiedad exclusiva de los venezolanos. Ese gran visionario y estadista que fue Chávez dejó la mesa servida y catapultó a Venezuela como la potencia energética mundial.
Ahora, a nosotros no nos cuesta nada que no sea construir el legado señalado, empecemos por PDVSA, y ojalá, no se haga realidad aquella mortal frase del maestro Juan Pablo Pérez Alfonso; Venezuela, pobre país rico…
Dr. Miguel A. Jaimes N.
https//: www.geopoliticapetrolera.com
Diciembre del 2017