Franquestein también habita en Mérida. Por Miguel A. Jaimes N.
Miércoles, 12/12/2012 03:37 PM
El alcalde de Mérida nació de una pesadilla
Después que Mary Woolstonecraft Shelley creo el personaje de Frankestein en un verano lluvioso a las orillas del Lago Leman, sin darse cuenta convertía sus letras en la primera novela de ciencia ficción dentro de la literatura occidental.
A partir de entonces muchos se han empeñado en la inocencia torpe, incluso han perdido tras la insinceridad de sus palabras el engaño contra el pueblo. Ese es el caso de los gobiernos opositores, muchos de ellos fueron llegando como pisatarios de cargos, otros se transformado de supuestos revolucionarios a impostores y se han empeñado en seguir queriendo romper los avances construidos y otros natos y técnicamente opositores como es el caso del alcalde del a ciudad de Mérida.
Mary Shelley nació en 1797 en Londres, hija de una defensora de la libertad feminista, Mary Woolstonecraft quien moriría después del parto y su padre un claro filósofo, William Godwin.
En sus años de formación Mary Shelley estuvo influenciada por la visita de un físico llamado Anthony Carlisle, era el año 1803 y lo escuchó charlar con su padre sobre experimentos a los cuales sometían los cadáveres de los que habían sido condenados a muerte en la cárcel de Newgate, después de esto Mary Shelley escribiría Frankestein.
Siguiendo a su amor partió tras las aventuras del poeta Sir Percy Bysshe Shelley llegando con él hasta la conocida Casa de Diodati de un famoso poeta llamado Lord Byron a orillas del Lago Lemán. Estando allí un temporal tapó los cielos azules y llamó a la más dura de las tormentas la cual desató una furia de nostalgias a la joven escritora. Tiempo después se descubrió con algunos datos meteorológicos la noticia de la erupción del volcán Tambora situado en Indonesia, esta calamidad fue tan enérgica que todos creían estaban tras las puertas de un terrible invierno nuclear acompañados de los fríos más intensos y fue justo cuando la tierra perdió hasta su color y todo se convirtió en gris como el actual comportamiento mental del alcalde merideño, quien también le gustan los colores oscuros como las ideas de su mente.
Pero para acortar el tiempo de aquellos interminables momentos donde se perdió la noción entre el día y la noche los tres creadores empezaron a leerse historias alemanas de aparecidos y fantasmas. Los cuentos de sus compañeros fueron cortos pero el de Mary fue largo y se convirtió en el mito de Frankestein. Su pesadilla de la noche anterior la inspiró en una novela de terror.
Así muy cerca quedan las torpes ideas de un tosco opositor derechista, quien siendo muy hábil para los negocios se ha dedicado a comprar varios inmuebles en Mérida y fuera de ella. Mientras dejó que toneladas de basura fueron tomándose la ciudad e inundando cada uno de sus espacios, mientras el anda delirando con ser gobernador.