El Metro de Caracas. Por Miguel A. Jaimes N.
Jueves, 23/06/2011 04:53 PM
Los habitantes de este país sentimos como nuestro el Metro de Caracas, este sentimiento ha llegado hasta a los que no viven en la capital. Los constantes anuncios de modernización son integrales. Esto se inicia desde los nuevos vagones que acaban de incluirse, junto a la nueva atención, hasta acortar todos los procesos de este masivo servicio, recayendo todo en una acertada gerencia.
Y es que el compromiso esta en aquellas palabras marcadas desde lo profundo de nuestras sabanas; “el llanero es del tamaño de la responsabilidad que se le enfrente”.
Muchos sentimos que la confianza depositada por el Comandante Presidente Hugo Chávez en el ingeniero Haiman El Troudi ha sido la más acertada y beneficiosa para el funcionamiento de este servicio.
De veinte y siete vagones, ahora funcionan cuarenta, el delicado problema de las escaleras mecánicas se ha solucionado, los obreros tercerizados pasaron a formar parte de la nomina fija, se adquirieron modernos trenes de tecnología española y francesa.
Se han ampliado todas las mejoras socioeconómicas hacia todos los trabajadores de este servicio de trasporte subterráneo.
El Banco de Prueba de Comunicación y hasta la música de relajación de los vagones fue creado por técnicos del Metro de Caracas, esto en la cuarta república tenía que ser comprado en el exterior a elevados costos.
Este integral trabajo de posicionamiento ha permitido que todas las direcciones y sus gerentes estén al frente como los principales responsables de una nueva gerencia, expandir las puertas a sus trabajadores y público, sobre todo, hacia aquellos barrios que rodean cada estación.
Hasta la prensa derechista que se atrevió a pagar opositores para que protestaran dentro de sus instalaciones, fueron sorprendidos en su plan, quedando reducidos al silencio.
La inmensa mayoría de los venezolanos nos sentimos orgullosos que esta prestación haya sido rescatada en profundidad, pues todo el país gana y demuestra que con esta gerencia socialista, ahora si se piensa en el ser humano.