Derrumbar el petróleo

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Por: Miguel A. Jaimes N.

En una fiebre mundial por sepultar el precio normal del crudo se van moviendo los grandes intereses de quienes a cambio de nada sino a favor de sus intereses económicos van fusilando el precio mundial del crudo. Esto les importa poco pues cuando este rebote igual se beneficiaran de los precios altos.

La situación Libia, Siria e Irak ya resulta difícil describirla por lo cruel de todos sus desmedidos actos, terroristas impulsados por las píldoras del CAPTAGÓN. Medicamento que en un principio fue creado para la aplicación en tratamientos pediátricos y geriátricos. Pero para 1986 fue prohibida su venta y ahora su efecto es el necesario para la motivación de los nuevos “ensayos” de guerras que continuaron reproduciéndolo esta vez desde los laboratorios secretos.

Y muy contrario a los principios árabes de espiritualidad y de compromiso con sus pueblos ahora el CAPTAGÓN es una bomba que explota en contra de los confundidos paladares de sus habitantes en cuyas naciones árabes van disparándose su demanda. Han evolucionado su compuesto aplicándoles más cafeína y menos fenetyllina, así sus consecuencias resultan muy letales.

¿Quiénes las fabrican? Los informes de INTERPOL se relucen el sureste europeo: Bulgaria, Serbia, Montenegro, Eslovenia, ¿parece raro verdad?; no, nada es casual estas son regiones neonazis. Todo es un negocio como el de las armas y ahora los terroristas, desde allí se distribuyen las drogas hacia toda la cobertura del Oriente Próximo y el Golfo. Por eso las consecuencias en los jóvenes del “hermano mayor” de las petromonarquías: Arabia Saudita es indiscriminada. La adicción entre sus muchachos es masiva.

Desde el año 2000 en adelante los decomisos han ido creciendo. Al principio pasaron los 300 kilos, ahora superan las 14 toneladas desde el 2007. En la hermosa región de Jeddah ubicada en Arabia Saudita su policía ha incautado 8.350.000 pastillas. Mientras que en el territorio de Tuzla (Turquía) la incautación de materia prima ha sobrepasado las veinte toneladas, solo esto podría fabricar más de 200 millones de pastillas.

En el informe del International Narcotics Control Board se revela que la producción en Turquía está liderando el juego de los grandes del globo. Atrás no se quedan Afganistán, Pakistán y Colombia.

Pero la avaricia del negocio ha tomado a los príncipes de Riad y el primero en caer ha sido uno en la línea directa de los Abdelaziz. La seguridad aeroportuaria de Beirut capturó al príncipe Abdel Mohsen ibn Walid ibn Abdelaziz cuando en complicidad con otras cuatro personas pretendían embarcarse en un avión privado con destino a Riad con dos toneladas de estas “pastillitas” más una considerable cantidad de cocaína pura.

En abril del 2014 incautaron 15 millones de pastillas de CAPTAGÓN en la misma capital libanesa escondida en contenedores de maíz. Estos narcos han dejado en pañales a los colombianos y mexicanos.

Las presentaciones de estas drogas se propagan y el Estado Islámico las aprovecha para drogarse también con algo llamado “Poción Mágica de Astérix y Obélix”. Todo esto se hace en contra de la pureza del Islam.

Revistas como Le Nouvel Observateur califican a esta secta de asesinos fanáticos, como arrasadores de la humanidad y van dejando a los nazis como flojores.

Esta píldora blanca no es muy grande y al tomarla provoca una sensación de bienestar profundo, evitando dolor y miedo. Es como un antidepresivo violento, y su placidez es mejor que el mismísimo Viagra.

Esta mixtura de nuevos combatientes con los que el mundo tendrá que enfrentarse y que son creación de los países anglosajones y de Estados Unidos de Norteamérica relatan lo siguiente: «Te la tomas, puedes luchar sin cansarte, caminas derecho y ya no conoces el miedo. Los combatientes la toman para permanecer despiertos, controlar sus nervios y aumentar el tiempo de sus relaciones sexuales. Les pegábamos y ellos no sentían dolor alguno. La mayor parte de ellos bromeaban mientras son cosidos a golpes».

Mientras, el valor de cada pastillita va oscilando entre 5 y 20 dólares un saco grande de ellas vale un millón de dólares. Esto son cosas de corporaciones y detrás están los EE.UU., las autoridades en Riad saben que su producción al año sobrepasan los 55 millones de pastillas esto sólo va representado el 10 % del número de las drogas que circulan en su país. Estamos frente a una nación narcotizada la cual con sus acciones desmedidas en el seno de la Organización de países Exportadores de petróleo con los petrodólares producidos por su estatal energética la ARAMCO han arrodillado el precio del crudo, aun tras su anuncio de enero 2016 de reducir 5% de su producción diaria, es decir unos 500 mil barriles diarios. Este anuncio se hace en medio del gran daño mundial económico del cual no escapa la responsabilidad de la mayor de las petromonarquías.

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