Con los fantasmas de Bagdad. Por MIguel A. Jaimes N.
Viernes, 03/08/2012 11:57 PM
Mientras, para algunos sus casas son tomadas por flores y nenúfares, otros concurren sorprendidos entre enredaderas que pasan por escondrijos de luminosidad salidos como vanidosos postigos que expulsan olores disimulados. Mientras todo esto ocurre, Bagdad ha sido tomada por las balas y lémures del 5% de su población asesinada.
Irak, hurtada y con fuertes calores del medio día, aquellos ardores que todos atribuyen a temperaturas que matan. Familias enteras tomadas por la humillación televisada y adornada por desperdicios propagandísticos salidos desde los hermosísimos anuncios del Photoshop y empeñan el Planeta entero.
Mientras, algunos soñando desde los sahumerios del Ramadán que sus hogares serían tomados por Ala, fueron sorprendidos por la llegada de seres con alas de acero que perforan sus corazones, todo, parecido a profecías atribuidas a otros mundos.
Los sueños de las “Mil y una noche” han dejado indignados. Van lanzando surcos luminosos desde naves veloces que no dan cuenta ni dejan contar los segundos de las imaginaciones parecidas a Profecías.
Inolvidable, será todo lo que a cada segundo suceda desde donde se inspiraron los sueños de la Torre de Babel. Hasta las apelaciones ejecutivas de espíritus celestes han fracasado. Dejando de ser optimistas nos hemos vuelto egoístas, timoratos y la indefensión nos ha dejado como cobardes que sólo tratamos de salvar el borde de nuestros deshidratados pellejos.
Estamos en presencia de un Mundo espesado por sinsabores románticos de Meigas vencidas, ahora temidas por el impulso del Pentágono. Calentados por un mutismo que rasga las aduanas de los avernos de aves que vienen informando las desfloraciones de penados ahogados por volátil rapacería.
La herida Bagdad ya no desea volver a ser Mesopotamia. 32.665.000 habitantes enredados en una guerra que aborto el año 1979. Es la sangre herida de los fantasmas de Bagdad.