Como ven a nuestro servicio diplomático desde el exterior. Por Miguel A. Jaimes N.
Sábado, 11/08/2012 05:54 PM
“No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra.”
Facundo Cabral
Muy inquieto por los últimos eventos sobrevenidos de manera trágica y lamentable en la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Kenia donde apocadamente fue asesinada la Señora Embajadora Olga Fonseca, quien apenas tenía escasas dos semanas asignada en aquel país, venezolana eminente, valiosa profesional como bien lo han señalado el Ministro y Vice ministros de la Cancillería venezolana quienes no han dudado en rechazar enérgicamente aquellos vulgares actos donde están abiertamente involucrados funcionarios diplomáticos venezolanos al servicio de enquistadas mafias.
Ante esto y muy preocupado escribí el artículo titulado: ¿Quienes están en nuestras embajadas? http://www.aporrea.org/actualidad/a148132.html el cual gustosamente me publicó www.aporrea.org el jueves 09/08/2012.
Debo señalar que el mismo ha tenido varias reacciones internacionales desde países suramericanos y centroamericanos. Amigos de Venezuela, afectos en sentimientos y luchas a favor de la gran imagen del Presidente Hugo Chávez.
Desde el exterior y muy preocupados los amigos de Venezuela ven como el personal de nuestras embajadas y consulados siguen siendo los indiferentes de siempre. Funcionarios incapaces de organizar aunque sea una charla semanal donde se expliquen las obras del gobierno o al menos los convenios que nuestro Estado tiene con la nación que mantiene relaciones diplomáticas: pactos, historias, logros de las Misiones, nuestros héroes, libertadores, incluso el formidable tema del Bicentenario, aunque sea el obsequio de un afiche o tríptico alusivo al turismo nacional.
Nada, dentro de la mayoría de nuestras misiones diplomáticas nada de estos sueños o palabras necias o quizás imprudentes que esta mañana me dio por escribir llegan a suceder, todo es un vacío desierto donde hasta los sueños de un desubicado como yo en estas horas y en este momento se atreven a incomodar.
La extrema derecha de otros países ataca con virulencia y sin compasión al gobierno del Comandante Hugo Chávez Frías; tomemos un ejemplo, durante el golpe de Estado en Honduras se llegó a decir ¡que allá, en Venezuela el gobierno se comía a los niños! y nunca ninguno de los diplomáticos al menos de la región dijo algo al respecto o sacaron una aclaratoria de rechazo por aquel maléfico acuerdo de palabras.
En estos países siguen desconociéndose totalmente los avances que en materia social está realizando Venezuela: Misión Milagro, Cardiológico Infantil, Petrocaribe, Petrosur, Petroamérica, debo pensar y no creer como bien me lo enseño el gran filosofo de la Emancipación; Franz Lee, pues ni los mismos profesionales venezolanos que están con cargos diplomáticos en el exterior sabrían explicar ni con una chuleta que le redacten desde el corta y pegue del internet los logros de la revolución Bolivariana.
Existe el diseño de un bloqueo por parte de los medios de comunicación internacionales quienes no informan sobre los adelantos que se están llevando a cabo en Venezuela, y sí nos mencionan, únicamente en para inventar aspectos negativos tejidos desde el exterior que van desfigurado la imagen que mucho le ha tocado construir al Presidente Hugo Chávez en las visitas oficiales a otros países.
Chávez anuncia un viaje a otro país e inmediatamente desde antes de su llegada, mientras su estadía y meses después de aquella visita aún arrecian los señalamientos montados para destruir las buenas acciones, alianzas y convenios que mucho le cuesta construir a nuestro mandatario.
En contra de nuestro país se grita que somos una dictadura, que estamos inundados de falta de libertad de expresión, que nuestro mandatario es un ególatra, que andamos con diatribas en contra del imperio y nuestro servicio diplomático se enmudece en un incólume tráfico del pasadero opinado desde la sosería.
Todo esto sucede a diario y no existe un plan de contrataque desde nuestras embajadas al menos con los amigos que tiene Venezuela en todos los rincones donde están nuestras representaciones diplomáticas y esto si puede ser posible, debiéramos destacar los diferentes y diversos avances que se realizan en todos los campos: energía, salud, educación, comunicaciones, Misiones, vivienda, petroquímica, petróleo, energía, PDVSA, agrícola, sistema electoral, subsidios a las madres y ancianos, pensiones construcción de carreteras, metrocables, vías de comunicación, fabricas de celulares, computadoras, petrocasas, Mercosur.
Pero los funcionarios mantenidos desde el Estado venezolano andan hostigando como roedores a una minoría de diplomáticos revolucionarios como lo fue la Hermana Olga Fonseca y no me atrevo a mencionar a otros quienes les han hecho su vida personal añicos porque no tengo su autorización para colocar sus nombres en estas líneas.
En nuestras misiones diplomáticas están incoados los malos negocios, la saña, la venganza, allí están los que andan agazapados esperando para desmontar y lanzar al cesto de la basura la única foto de Chávez que mantiene un asediado y verdadero empleado de nuestra revolución, mientras lo único que se dice en otros países es que Chávez es un dictador.
No basta con seguir enviando al servicio exterior personal supuestamente calificado pero sin un ápice de claridad política, estos deben conocer al menos a su país y decir lo que está se produciendo.
Aquellos viejos y nuevos diplomáticos que en solitario se dedican a reuniones alcohólicas y banquetes a los cuales llegan en carros lujosos y blindados con chofer y escoltas deben ser cambiados. Es impostergable que la revolución socialista-chavista llegue al servicio exterior, pues allí debe reforzarse urgentemente la imagen de Venezuela.