Baja del petróleo. Por Miguel A. Jaimes N.
Sábado, 27/12/2014 11:05 AM
Las verdaderas causas internacionales en la caída del precio del barril petrolero hay que buscarlas dentro de las petromonarquías del Golfo Pérsico: Arabia Saudita, Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos. Juntas han desequilibrado la estabilidad de un crudo cuyo comportamiento en la última década había sido satisfactorio. Pero el presente alud no está situado en una crisis a pesar de haberse perdido más del 50% de su valor en menos de dos meses, esto apenas es una desventura política inducida hacia una gran pérdida económica donde lo peor para descontento de sus promotores no va a llegar tan fácil.
El comportamiento en la caída del precio petrolero no debe alterar o sorprender a la nación y menos a los países productores, pero lo que si debe inquietar es como cuatro petromonarquías ponen de rodillas al mundo entero. En todo caso es una clara advertencia a los países OPEP y los no OPEP. Entonces, ¿qué debemos hacer? En este momento desequilibradamente económico y guerrerista deben reimpulsarse dos propuestas nacidas sobre el año 2006. La primera, crear una OPEP—Gas. Un organismo internacional donde se concentren las grandes reservas de Gas del planeta: Rusia, Irán, Bolivia y Venezuela entre otros, para hablar muy claro y negociar rotundamente con los grandes consumidores: EE.UU.—Europa, referente a los presentes y nuevos requerimientos para sus futuras décadas. El planteamiento de este organismo nació en Argelia junto a Rusia e Irán en el 2006.
En la segunda propuesta también están los Persas; Irán, y es crear un nuevo marcador petrolero, pero que este fuera de la presión económica y militar de los mercados dominados por los Marcadores del WTI Texas y el Brens del Mar del Norte.
Aun cuando ambos Marcadores gravitan en torno al precio del crudo OPEP, juntos (WTI Texas y el Brens del Mar del Norte) han hecho retroceder el precio del crudo en varias oportunidades, a pesar que la OPEP es propietaria del 86% del petróleo existente sobre el planeta y de ese Venezuela tiene el 21% mundial. Los países de las mayores reservas andan poniendo en riesgos sus economías.
Otro importante motivo del retroceso en el crudo es el control militar por cientos de terroristas —unos 180 mil mercenarios— que impulsando actos fanáticos controlan a Libia y buena parte de Irak y Siria, estos son los llamados Yihadistas, propulsores de un Estado Islámico. Extraen crudo y lo revenden en los ávidos mercados de Europa, Turquía y Japón en apenas 25 dólares el barril. Pero los saudíes no se quedan atrás y han cumplido su ofrecimiento de un crudo barato, para así infringirle más daño a la OPEP, rebajado en varios dólares el precio de venta de sus barriles petroleros, pero poco puede importarles este escenario —desalentador para el mundo entero— pues Aramco su compañía petrolera fundada por Norteamérica es capaz de producir hasta 11 millones de barriles diarios.
Esto afecta enormemente a Venezuela pues con la aprobación de la Ley de Presupuesto del 2015, la Asamblea Nacional estimó sus ingresos provenientes de la renta petrolera a 60 dólares el barril, este gasto inicial supera los 741 millardos de bolívares, por eso se vuelca la mirada a la caída en los precios del mercado, y al impacto que tendrá en la economía nacional.
Pero aún resulta apresurado visualizar el futuro de los ingresos por concepto de la venta de hidrocarburos, si se olvida que la variabilidad o vulnerabilidad del precio del crudo data en su comportamiento desde que se descubrió petróleo y eso fue desde 1880 cuando La Petrolia de Manuel Pulido, desde allá viene nuestra historia petrolera.
Así que cualquier comportamiento no debe sorprendernos o alterarnos, hemos tenido en el tiempo histórico reciente un barril a 7 dólares y eso sucedió entre 1994 y1999. Ahora, ante este reiterado escenario histórico debemos mantener madurez y firmeza para que esto nos permita definitivamente superar el rentísmo.
El petróleo no se acabará, Venezuela posee el 21% del crudo existente en el planeta y el 80% de nuestra recaudación proviene de varias fuentes incluyendo la más poderosa el SENIAT.
Aparte, tenemos la estrategia de la estatal petrolera —PDVSA— en cuanto al Factor de Retorno, sencillamente duplicar la reserva del pozo. Es decir, llegar a un 40% y extraerlo a futuro, esto acabará las preocupaciones a nivel nacional y principiarán las de quienes han originado esta espanto de crisis, pues en el futuro, nuestro petróleo no se acabará, pero el de ellos sí.
Y como el comportamiento del mercado es complejo y obedece a múltiples factores, Venezuela debe propulsar la entrada de otros países para que sean miembros de la OPEP: Rusia, Brasil, Argentina, Bolivia y México. Con la alianza de nuevos miembros equilibraríamos el precio del crudo por muchos años y espantaríamos estas inusuales amenazas.