Un gobierno imaginario. Por Miguel A. Jaimes N.
Lunes, 17/10/2011 04:59 PM
Y las pesadillas de la oposición
La psiquis opositora anda en problemas. En sus mentes caben todas las cosas locas que a unos desesperados candidatos sin pueblo ni rumbo se les pueda ocurrir. Un país imaginario con programas de gobiernos sin sentido, inexistentes, irreales.
Candidatos opositores reclamados por un sector lleno de accesorios, pasarela y maquillaje. Sus ideas tienen cobijo en lo reaccionario, vengativo, pasadas de cualquier realidad creíble. Ese pedazo de población representa los intereses de quienes se vivieron el país en la época de las vacas godas, cuando la Venezuela saudita, derrochadora, la generación: vamos pa´ Miami, ta´ barato dame dos.
Cuando la banca ofrecía intereses al 75% mientras los empresarios se llenaban de préstamos que jamás cancelaron.
La burguesía venezolana se hizo tremendas casas en los páramos de Mérida y Margarita, hoy, estas vetustas viviendas están abandonadas, peleadas por codiciosos herederos, esa era la fuerza y la moral verdiblanca.
Discursos inundados de barbaridades, sandeces y maledicencias inexplicadas por candidatos que andan peleándose la tarjeta del partido, fraccionados, divididos, grupos encolerizados unos contra otros representantes de la falacia política.
Ya andan pidiendo a empresarios y banqueros bribones que financien sus campañas electorales mientras ofrecen lo más inimaginable.
No tienen votos, andan con un pequeño porcentaje de seguidores, electorado opositor que ha probado de todo, fatigado, molesto, sin rumbo, causa ni optimismo.
Votantes que anhelan cualquier celada que dé al traste la constitución y andan pendientes del dinerito que desde ya comienza a entrarles desde el exterior.
Para estas elecciones presidenciales y de gobernadores ya les va entrando muchísimo dinero a los partidos opositores, quienes nunca se pondrán de acuerdo, pero serán los nuevos ricos, pues los dineros del exterior ya se dejan sentir.
Tienen en su imaginación al vicepresidente y ministros, ya asumen cargos y todo el poder que hasta ayer ostentaron, están rascaos y la fatigosa bebida les durara un año, lo feo será el ratón.