El Santo de la Guerra
Por: Miguel A. Jaimes N. – M sc. Ciencias
Sábado, 06/02/2010 10:58 AM
Santos es tan ultraderechista, que al lado de Uribe, este parece de izquierda
Los días de una tercera reelección del Presidente Uribe se acortan, el panorama se les angustia aun más con la reciente decisión de un magistrado, quien abiertamente expone objeciones a una tercera reelección.
El candidato acérrimamente militarista solo mantiene un treinta por ciento de posibilidades ciertas de triunfo, ante un veinte y nueve del Polo Democrático, quienes muy pausadamente han logrado captar un electorado sensible contra la violencia institucional, quienes ven, como el país se sumerge en un infatigable espiral de violencia constitucional.
Mientras tanto su ex Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, ha visto detenida su candidatura presidencial, esto, mientras su compañero de fórmula termina de dar la batalla del soborno en alianzas temibles por llegar a la presidencia colombiana.
La familia Santos con sus representantes en el alto gobierno, entre esos el Vicepresidente de la República, son los fieles representantes de los Demócratas estadounidenses, quienes terminaran -a pesar de todas las objeciones internacionales- apoyando a cualquiera de los dos conservadores candidatos, esto con el fin de detener el avance latinoamericano del bolivarianismo.
Santos inscribió su nombre dentro del electorado más radical de la ultra derecha política de la nación neogranadina, sabe que cuenta con el apoyo del sector militar y político que le ha dado vigencia al Plan Colombia.
La candidatura de este “Patriota de la Derecha” acelera el escenario de una confrontación política y militar abiertamentemente bélica contra Venezuela, si Uribe ha capoteado en algunas oportunidades el eminente enfrentamiento, con Santos esto será un rápido paseo de fin de semana.
Con Uribe, este escenario ya no será detenido o prolongado, la poderosa familia tras las cortinas de los mejores negocios militares aran de este retardado panorama la definitiva ofensiva contra los países vecinos.
El encargo de Washington en detener a los países cercanos integrantes del arco a andino –Ecuador y Venezuela- activaran el escenario definitivo de una guerra terrorista binacional.
El poderoso país a vencer es nuestra nación, quien acertadamente a modernizado sus fuerzas armadas y su extensión territorial y poblacional es bastante significativa, por esto lo más seguro es aplastar a Ecuador, nación pequeña en territorio y en población, no por casualidad provocaron un enfrentamiento con el asesinato de Raúl Reyes.
Colombia es el único país que en un par de días activo todas sus fronteras en contra de ellos mismos, a excepción de su aliado incondicional, Perú.
Con Santos en la presidencia, o escondido tras el mantel chorreado de la mesa, lo único cierto es que abra enfrentamiento militar, ya la exposición bélica llevada a cabo por él, como confeccionador de los planes armamentistas se desarrollo y posiciono abiertamente.
Aun queda por vencer a los grupos insurgentes, situación nada fácil, igual, negociar el millonario avance del narcotráfico, quien vería sustancialmente detenido su accionar en los mercados internacionales de estupefacientes.
Nada parece importarle a Santos, candidato inmediato de la guerra o pausado si su compañero de fórmula logra sortear los avatares que detengan su candidatura. Lo que en resumen juegan es un enfrentamiento militar después del triunfo de uno de los dos.
Esto será lento o inmediato, pero abra enfrentamiento de magnitudes inimaginables contra Ecuador y Venezuela.