¿Qué nos hace falta?
Apliquemos la constitución
La constitución es el libro que cualquiera pisotea perdiéndose el esfuerzo originario que en los próximos meses cumplirá una década. Apliquemos la misma, no vaya a ser que algún día tengamos que arrepentirnos, y después de ojo afuera, no valdrá santa lucia.
A finales de mil novecientos noventa y nueve luego de varios meses de actividad, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) somete a consideración del pueblo soberano propuestas de constitución. Se relegitiman las autoridades y se inicia una nueva etapa en la vida nacional.
Inmediatamente el Presidente Hugo Chávez convoca a la constituyente originaria, esto condujo a elaborar una nueva Constitución para la República, cumpliendo así con su promesa electoral, la cual consistía en relegitimar todos los poderes y crear un cuerpo de leyes sustentadas en la nueva constitución, a su vez, que impulsara el futuro de la nación hacia una era moderna, política, protagónica, donde el principal autor seria el soberano. Esto se desarrollo combinando una consulta dialógica nacional con proceso de referéndum consultivo y aprobatorio.
De esta manera nueva el país empezaba a abordarse dentro de un concepto constitucional moderno, distinto, donde la participación residiría en el pueblo, entonces se elabora y aprueba el nuevo marco constitucional para la reciente República Bolivariana de Venezuela.
El fin supremo era refundar la República, establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, sustentada en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolidara los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para ésta y las futuras generaciones; que se asegurase el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; que promoviera la cooperación pacífica entre las naciones e impulsara y consolidara la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y promoviendo la autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad.
Así pues, en ejercicio de su poder originario representado en aquel momento por la Asamblea Nacional Constituyente, mediante el voto libre y en referendo democrático se creó el nuevo cuerpo legal decretándose la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ahora, ¿que nos falta para aplicar la constitución? Y poder detener las aberraciones entre otras económicas que nos están ahogando, hay que detener – entre otros – la furia comunicacional. No podemos seguir siendo indiferentes ante el control del treinta y tres por ciento del espacio comunicacional en manos de unas pocas familias.
La situación de Guillermo Zuloaga, aparte de crear todo un caos en tergiversación de lo que desinforma, ha desatado un estrangulamiento con el precio de los vehículos. No me cansare de preguntarme ¿de dónde saco esta fortuna para ser dueño de más de una veintena de empresas? Entre estas Toyo Club, ¿de dónde ha salido tanto dinero Sr. Zuloaga?
Doctorando